Olimpiadas filosóficas

151 Argumentos a favor de la justificación de la revolución: • Una revolución es causada, al final, por necesidad, por una sociedad que necesita cambio. Este cambio tiene una naturaleza voluble, volviendo inevitable arrollar a in- dividuos inocentes. • El fin justifica los medios. Al buscar una revolución un cambio positivo (y siguiendo el pensamiento de utopía), cualquier método que se emplee queda justificado, más aún en tiempos desesperados. El resultado de la revolución compensaría de manera global el coste de la misma. • La indiferencia es el peso muerto de nuestra historia. Si queremos cambiar algo, hemos de hacerlo nosotros mismos, sea cual sea el precio. Argumentos en contra de la justificación de la revolución: • La violencia, ya sea en forma de persecución y castigo a la oposición, es innecesaria a la hora de cambiar (desobediencia civil:Thoreau y Rosa Parks). • La vida es algo inalienable e inviolable, sea lo que sea que el sacrificio de esta pueda conseguir a largo plazo. • Involucrar a inocentes en un conflicto del cual no forman parte sería una gran injus- ticia. • No se puede buscar un cambio positivo mediante métodos opresivos o violentos, pues estaríamos pecando de hipócritas. Valores en juego: • Valores principales  – En el caso de mi primera opción, el valor más destacado que queda en juego es, sin duda, la justicia, pues sería el pilar maestro de la mayoría de las revoluciones. Según el pensamiento de Locke, el derecho a devolver la justicia a su curso natural cuando este es alterado.  – En el caso de la segunda opción, sin embargo, nos encontramos con el valor de la vida, ya que, al no justificar la revolución, estaríamos priorizando las posibles vidas que se podrían llegar a perder en su transcurso. • Valores secundarios  – De manera secundaria, en mi primera opción nos encontraríamos con la libertad que una revolución tiene como objetivo; ya que, al final, el motor de una revolución suele ser, en bastantes casos, el liberarse de alguna forma de opresión. Del mismo modo y al mismo nivel, nos encontramos con el valor del sacrificio, pues se supedi- tarían las vidas a un bien mayor.  – En cambio, en la otra opción nos encontraríamos el valor de la felicidad, e, incluso, de la libertad de expresión y decisión. La felicidad, ya que se antepone un beneficio total ante la posibilidad de quedar atrapado en un conflicto sin salida, y la libertad de decisión, al defender que aquel que no se involucra voluntariamente no debe ser arrollado con consecuencias fatales. Solución: Ante el dilema planteado, y tomando en cuenta las implicaciones de una revolución y sus objetivos, mi opinión es que una revolución no queda justificada por aquello que persigue.

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