Olimpiadas filosóficas

21 IV OLIMPIADA. Disertación filosófica Nuevas tecnologías e identidad humana PRIMER PREMIO Manuel Labao-Antunes Jiménez IES José Manzano, Don Benito, Extremadura «Cuando observamos que una máquina se comporta como un ser humano, siempre hay un truco detrás; de hecho, hasta los robots más avanzados tienen la inteligencia de un mosquito». De esta forma sentencia Michio Kaku, reconocido físico teórico, la ofus- cación del ser humano: jugar a ser Dios. Desde el célebre mito de Pigmalión hasta la primitiva robótica de Herón deAlejandría. Desde el famoso gólem hasta los descono- cidos tupilaqs inuits, el ser humano ha dejado entrever su deseo de crear vida inteli- gente. Hoy día, este anhelo místico y cultural lo recoge uno de los caminos que está tomando la robótica: dotar de hálito vital a un robot haciéndolo devenir persona. Es indudable que la tecnología avanza a ritmos escandalosos, sin límites. Desde que el ser humano, en la persona del ajedrecista Garri Kaspárov, cayera derrotado por un ordenador, se han conseguido progresos extraordinarios en ese campo. La inteligen- cia artificial ya ha irrumpido en la composición musical, con la computadora Iamus. Los algoritmos genéticos nos permiten reproducir procesos evolutivos ficticios.Y en el más sorprendente de todos, el robot Nao, se encuentra el germen de la consciencia artificial.Aun así, la gran pregunta que se plantea es la siguiente: ¿será el momento de quitarnos la venda antropocentrista que tapa nuestros ojos? Es decir: ¿conseguiremos crear inteligencia a nuestra imagen y semejanza?Y si lográsemos tan ambicioso obje- tivo, ¿qué consecuencias tendría? El científico Erik Dijkstra muestra su escepticismo sobre el asunto: «Utilizar recursos para emular el pensamiento humano me parece una estupidez, preferiría emular algo mejor». Sin embargo, el hecho de construir una mente artificial podría ayudarnos a salir de la crisis existencial en la que estamos sumidos. Crisis provocada por un recón- dito desconocimiento de quiénes somos y de quién soy , es decir, de nuestra metafísica genérica e individual. Estas cuestiones se plantean en la indagación de nuestra enti- dad, la identidad humana. El intento, o hasta ahora utopía, de crear una persona artificial pasa por ahí, por descu- brir qué es la identidad humana y, por ende, la identidad personal. Este tema es tratado exhaustivamente por la corriente empirista, especialmente por John Locke en su libro Ensayo sobre el entendimiento humano . En él, además de ofrecer un antecedente del test deTuring con su loro racional, plantea una serie de cuestiones que tendrán gran importancia en el futuro: ¿qué hace que un individuo sea él mismo a lo largo del tiem- po?, ¿podría ser él mismo estando en el cuerpo de otro?, ¿sería yo si no hay individuo? Esta última cuestión es la que gozará de mayor atención en los años venideros. Según el científico Raymond Kurzweil, para el año 2045 se podrá hacer un back-up de la mente y, de esta forma, hacerla inmortal. De igual manera, se reabriría el debate dualista, re- memorando polémicas como la cartesiana o la idealista.

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