Olimpiadas filosóficas

34 La pregunta es ¿somos realmente lo que queremos ser? En El retrato de Dorian Gray, OscarWilde expone claramente cómo la identidad humana se ve transformada cuando es manipulada por algún agente externo al individuo, en este caso Lord HenryWotton. Este ejemplo es totalmente aplicable a la sociedad actual. El usuario de las nuevas tecnologías, concretamente las redes sociales, ofrece en internet una imagen de sí mismo que busca vender al resto de usuarios, y que se corresponde con la imagen que la sociedad, el marketing o diferentes agentes externos han creado en él. Al igual que sucede con Dorian Gray, el fiel retrato de la realidad del individuo, enmarcado en el cuadro que trata de ocultar, se contrapone a la imagen que pretende mostrar a la so- ciedad, con la consiguiente pérdida de su propia identidad. «Si cierro los ojos e imagino una vaca de color púrpura, ¿hay algo en algún lugar que sea realmente púrpura y tenga forma de vaca?». Esta frase del escritor Daniel Dennett en su obra Brainstorms ilustra el proceso mediante el cual los hábitos compulsivos o repetitivos modifican claramente nuestro sistema neuronal. ¿Qué pasaría si alguien hubiera cogido a Mozart y lo hubiera atado en una silla de la primera fila de un con- cierto de Nirvana? Lo más probable es que hubiera modificado su forma de entender la música.Todo aquello que nos aporta nuevas experiencias de una manera constante nos modifica, nos hace percibir una realidad diferente en cada instante, sin darnos tiempo a digerir de manera organizada toda la información que llega a nuestro cerebro a través de las nuevas tecnologías y las redes sociales:WhatsApp, Twitter, Google, Instagram,YouTube, Facebook, Blogger, Snapchat… Llegados a este punto, cabe preguntarse si las nuevas tecnologías nos hacen más li- bres. En 1931, John Neihart comentaba una de las enseñanzas del gran maestro de los indios americanos Alce Negro: este proclamaba que todo individuo, en su proceso de madurez, tenía que pasar una locura terrorífica . Podemos llegar a la conclusión de que las nuevas tecnologías van a modificar sin duda –ya lo están haciendo– la identidad del ser humano. Se está dando un proceso progresivo de desplazamiento del ser por la imagen, de sustitución de la realidad por el reflejo de sombras ante el espejo. Se están transfiriendo los valores y deseos del ser humano a las imágenes y símbolos que coin- ciden con los intereses comerciales, abocado a una uniformidad impuesta por los pa- trones de la sociedad del marketing y el consumo. Ahora bien, lo que podríamos estar viviendo como el terror de la tormenta puede ser, sin lugar a dudas, el paso iniciático de la pubertad a la edad adulta del Homo informaticus , un ser alienado y controlado por el marketing y las apariencias del mundo de internet. Marina Casero Rodríguez IES Santa Bárbara, Langreo, Asturias Las nuevas tecnologías forman parte de nuestra cotidianeidad, asumidas con natura- lidad como una realidad de la que no podemos prescindir. Habitamos un mundo cada vez más interconectado, en el que todo es posible gracias a las bondades que nos ofrece internet y sus redes sociales. Se abre ante nuestros ojos todo un abanico de in- formación y de oportunidades, y un extraordinario escaparate para mostrar la imagen que queremos proyectar. Hemos construido un mundo hiperconectado que afecta a nuestra forma de relacionarnos y de interactuar con lo que nos rodea. Parecen claras

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