Olimpiadas filosóficas

42 nos rodea…, pero nuestra forma personal de responder a lo externo, nuestra esencia, nunca cambia. Ha habido grandes revoluciones a lo largo de la historia: el control del fuego, la inven- ción de la escritura… ¿dieron lugar a una nueva humanidad, con una identidad dis- tinta? Por supuesto que no. Y las nuevas tecnologías tampoco lo harán. En el fondo, seguimos siendo los mismos. ¿Significa esto que no vamos a redefinir el concepto de humanidad ?Tal vez no.Tal vez haya que ampliarlo…Al fin y al cabo, la inteligencia artificial progresa rápidamente. ¿Llegará el día en que un robot pueda trascender su programación y gozar de libre albedrío? Como argumenta Roger Penrose en La nueva mente del emperador , es probable que nuestra capacidad de pensamiento provenga de procesos cuánticos en el cerebro. Si seremos capaces de imitar esos procesos artificialmente… solo el tiempo nos lo dirá. Marta González Ortegón IES Fernando Quiñones, Jerez de la Frontera, Cádiz, Andalucía Me presento: soy el Ciudadano Zero. Normalmente escribo desde un ordenador que me sirve de trinchera y sus teclas son mis balas. Pero hoy todo es diferente, voy un poco más allá. He comenzado a intentar comprender el mundo que me rodea y, a decir verdad, me parece realmente interesante. Me apasiona pero no me gusta lo que veo. He sentido mucho miedo al mirar lo que otros se conforman solo con ver, aunque supongo que solo es un daño colateral del dolor que produce ser consciente, a pesar de ser un despertar liberador. Tras mucho observar, me he dado cuenta de que un fantasma recorre el mundo; el fan- tasma de la singularidad. El ser humano siempre ha soñado con poder superar los límites de su propio cuerpo y, por eso, hoy más que nunca, muestra mucho interés por alcanzar la optimización de su maquinaria: inmortalidad y felicidad eterna. No hay pasiones ni dolores, por lo que no hay nada de lo que preocuparse ni nada que temer. No hay más actualizaciones disponibles. Dicho así parece que estoy hablando de un videojuego, de la mejora de sus gráficos y de los puntos de experiencia. Cualquiera podría decir que son los créditos finales de un juego llamado Humanity. Para alcanzar esas tres metas, el ser humano ha puesto todo su esfuerzo y empeño por desarrollar los medios –unos más útiles que otros– que lo harán posible: biotecnolo- gía, microtecnología, microelectrónica, ingeniería genética, criónica, clonación, robó- tica… y, cómo no, lasTIC junto con las redes sociales, comoTwitter, Facebook, Skype, Snapchat y una lista interminable de nombres extraños que, dichos todos de golpe, a lo que menos invitan es a sentir alivio y tranquilidad. He podido conocer un poco qué hemos sido para algunos de nuestros grandes maes- tros. Echando la vista atrás, para Platón, el ser humano es un animal implume; ahora es también inalámbrico. Para los estoicos y, más tarde, los escolásticos, es un animal razonable; ahora eso se habrá perdido entre copia y copia de seguridad o se habrá

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