Olimpiadas filosóficas

73 • Si este fármaco se comercializara, provocaría que las relaciones humanas fuesen más duraderas, pero no necesariamente más verdaderas. • El ser humano está diseñado biológicamente para ser esclavo de sus pasiones, por lo tanto, este fármaco pondría en juego los parámetros biológicos ya establecidos. • El uso de este producto haría que los sentimientos, y en este caso el amor, perdieran valor, ya que cualquiera, a través de un tratamiento hormonal, podría tener el privile- gio de sentirlo. • Nadie asegura que los efectos de este medicamento sean para toda la vida, ya que nuestras hormonas están cambiando continuamente, por lo que se podría generar una catástrofe en las relaciones amorosas si, por ejemplo, de un día para otro te despiertas y ya no estás enamorado de tu pareja. 3. Análisis del problema Actualmente vivimos en una sociedad centrada en los avances, tanto en los tecnológi- cos como en los médicos, y, muchas veces, la fusión de ambos. Esto resulta beneficio- so para la población, ya que muchas veces se encuentra la cura para enfermedades o, simplemente, a través de medicamentos, se mejora la vida del individuo. Sin embargo, muchas veces estos avances entran en conflicto con los parámetros establecidos por la naturaleza, y es aquí cuando surge el dilema. El hecho de legalizar su uso supondría una mejora en las relaciones sociales humanas y de alguna manera u otra nos haría seres más poderosos frente a nuestra parte dioni- siaca. Por lo tanto, gracias a este fármaco superaríamos una barrera de predisposición biológica humana antes impensable: la manipulación y el control de nuestra parte más inconsciente e irracional. Sin embargo, el ser humano debe entender y aceptar que tiene ciertas limitaciones, tal vez no tanto limitaciones biológicas, gracias a los avances científicos, pero sí éticas y morales. El hecho de atentar contra nuestra propia naturaleza es un acto irracional por parte del individuo y podría considerarse inmoral. En definitiva, los dos valores más importantes en este dilema son la mejora de la bio- logía humana y la repercusión de los avances científicos en nuestro valor como ser humano. Otros valores relevantes son el control sobre nuestra parte más irracional, la mejora de las relaciones humanas y los límites de nuestra biología. 4. Solución Pese a que este fármaco resulta bastante innovador y atractivo, además de proporcio- narnos un mayor control sobre nosotros mismos, no lo comercializaría ni legalizaría su uso, puesto que esto no se encuentra dentro de los principios de lo que considero ético y moral. En primer lugar, debemos comprender que el ser humano, como parte de la naturaleza, tiene ciertas limitaciones biológicas y el hecho de manipular al hombre por la propia voluntad del hombre es algo contradictorio, ya que nosotros mismos estamos jugando con esa esencia indescriptible que nos hace propiamente humanos. Como bien dijo Hobbes: «El hombre es un lobo para el hombre», y aunque no haga exactamente refe- rencia a este contexto, a medida que se intenta mejorar nuestra especie a través de los avances científicos se corrobora esta frase, puesto que estamos autodestruyéndonos simplemente por querer convertirnos en una especie de superhumanos. ¿Es realmente necesario utilizar fármacos para amar si ya de por sí somos capaces de hacerlo?Tal

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