Olimpiadas filosóficas

81 sentir lo mismo que cuando ves a la persona que amas, nada puede reemplazar una caricia o un beso reales. Y, aunque se pudiese, tampoco lo querría. Eso no sería es- tar enamorada o enamorado. Sería vivir en una mentira. Prefiero ser yo y encontrar el amor, o no encontrarlo, prefiero ser real, prefiero ser libre antes que supuestamente querer a alguien a quien no estoy destinada. En un mundo lleno de prejuicios, de mo- das estúpidas que seguimos todos absorbidos como luz por agujeros negros, de falsas necesidades que nos hacen hipotecarnos para comprar un teléfono de última genera- ción, hay que conservar las pocas cosas puras, como el amor. Que nunca nadie nos quite la capacidad de ser reales, puros y únicos, y de amar libre- mente a quien queramos y del modo que queramos. Y mucho menos por la acción de un medicamento. Andrada María Citirica IES Germán Sánchez Ruipérez, Peñaranda de Bracamonte, Castilla y León Como bien se sabe, la filosofía es bastante difícil de entender para muchas personas, así como las opiniones de cada uno; y todavía más, si estas personas son filósofas. No se puede hablar de qué es correcto y qué no, sino, más bien, de qué es ético y qué no. En diversos casos, como, por ejemplo, en este dilema moral, hay diferentes opinio- nes y puntos de vista, aunque eso no quiere decir que solo uno de ellos sea el correcto. Vayamos por partes: En primer lugar, el amor es un sentimiento muy fuerte que puede ser de distintas for- mas: familiar, en pareja, admiración hacia otra persona, amistad. Lo que nos lleva a deducir que también es un tema muy amplio y bastante complicado de definir. En el texto nos hablan de un tipo de amor en concreto, que es el que se experimenta en pareja al estar enamorado y, personalmente, tengo que admitir que es el que más com- plicado puede ser de llevar, ya que lo básico es la confianza, lo que nos lleva a tratar el tema de los llamados fármacos del amor . Para que el amor sea real, es necesario, como he dicho antes, que haya sobre todo con- fianza y respeto. Si una persona toma estos medicamentos, el amor que sentirá hacia otra persona posiblemente sea nada más y nada menos que determinadas reacciones químicas que se producirán de manera artificial en nuestro cuerpo. Por lo tanto, no sería algo que sintamos espontáneamente, sino que nuestros instintos habrían sido manipulados. Siguiendo este razonamiento, puede decirse que no estoy a favor de di- chos fármacos. En segundo lugar, podríamos destacar distintas opciones en el caso de que estos fár- macos fueran legales: • Las personas que deciden tomar estas pastillasVOLUNTARIAMENTE deben tener también bastante claros los propios límites personales, así como las consecuencias, ya que no deja de ser un medicamento que puede tener repercusiones. • Este tipo de fármacos solo funcionan en el tipo de amor en pareja (enamoramien- to), la cual puede decidir libremente si quiere tomarlos o no, pero debería es- tar PROHIBIDO utilizar dichos fármacos con alguien en contra de su voluntad.

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