Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón
104 sentimos en aquella situación: tal vez tristes, alegres, enfadados o sorprendidos…, e incluso varias emociones a la vez. Debemos recordar el momento y localizar en alguna parte nuestro cuerpo la emoción o las emociones que sentimos, por ejemplo: “he sentido mucha rabia en mi estómago o en el pecho, en la garganta...”. Cada uno de nosotros sentirá la emoción de una manera diferente y en un lugar particular del cuerpo. Es probable que nos sintamos algo nerviosos; a mí también me ocurre cuando trato de recordar, por ejemplo, un momento doloroso. Para intentar no dejarnos llevar por los nervios, tenemos que continuar concentrándonos en la respiración: cogemos aire por la nariz y lo soltamos por la nariz, suavemente… ¿Qué tal va el cuadro? No hace falta hacerlo muy bien, con mucho detalle: eso no es importante. Hay que dejarse llevar y llenar todo el espacio con los dibujos y colores que se nos ocurran. ¿Qué tonalidad le ponemos? Pensemos un poco en ello. Busquemos también diferentes texturas: suaves, más rugosas, con picos… ¿Cómo se mueve nuestro pincel?, ¿rápido?, ¿lento? Seguimos respirando tranquilamente, cogemos aire por la nariz y lo soltamos por la nariz. Ya nos va quedando menos… ¿Cómo nos ha quedado? ¿Hemos sido capaces de poner en nuestro lienzo la emoción? Puede que haya sido difícil, pero seguro que lo hemos logrado». Cuando se observe que existe un clima de tranquilidad general, se indicará a los alumnos y las alumnas que pueden abrir los ojos e incorporarse lentamente poco a poco. Una vez que hayan pintado mentalmente las emociones, es el momento de pasarlas al papel. Se les dejará unos minutos para que dibujen y coloreen lo que previamente han imaginado. Es importante transmitir que se trata de una obra personal y que, cuando la terminen, deben guardarla para que no la vean los demás compañeros y compañeras. Esto es necesario para el desarrollo de la segunda parte de la actividad. En la segunda sesión , se organizará la clase por parejas, evitando emparejar a niños o niñas que hayan estado sentados cerca en la sesión anterior, pues han podido ver el cuadro de su compañero o compañera. Una vez formadas las parejas, sus miembros se sentarán dándose la espalda. Uno de ellos empezará a describir su obra a su pareja, explicando los detalles, colores, formas, trazos… y diciéndole cómo se sintió en aquella situación, hablando de ella, expresando sus emociones. Mientras, su compañero o compañera deberá ir dibujando lo que le va contando, siguiendo sus indicaciones e intentando plasmarlo lo más fielmente posible. Después, se intercambiarán los papeles. Es importante recordar al alumnado la necesidad de respetar y comprender a sus compañeros y compañeras, e intentar estar concentrados y comprometidos con la actividad que están desarrollando. Se pretende con ello que los/las escolares, aparte de ser capaces de comunicar sus emociones e interpretar los mensajes emocionales de sus parejas, trabajen al mismo tiempo la atención y la escucha activa .
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