Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

105 Para finalizar, se realizará una puesta en común en la que se compararán ambos dibujos, el propio y el realizado por la pareja siguiendo las indicaciones, y se compartirá la experiencia vivida. Los dibujos se conservarán en la clase como recordatorio de la importancia de comunicar y expresar las emociones, así como de escuchar y respetar a los compañeros. ¡CONÓCETE Y DATE A CONOCER! Autoría: Fabián Díaz Pérez, adaptada por Carmen Mª Hernández Jorge. Temporalidad: 1 sesión de 45-50 minutos. Materiales:  Reproductor de música.  Crayones y lápices.  Folios. Para el desarrollo de la actividad se debe recordar a los/las escolares la importancia que tiene la sinceridad y la honestidad para comunicarse afectivamente. Por tanto, es necesario que se muestren tal como son y digan lo que realmente piensan y sienten, pero también deben escuchar de forma abierta y sincera a los demás, para que la confianza sea mutua. Se pedirá a los alumnos y las alumnas que se sienten formando un círculo, adopten una postura cómoda y cierren los ojos para abrirlos hacia su interior. Se utilizará música para ayudarlos a interiorizar la experiencia. Una vez sentados, los alumnos y las alumnas respirarán profunda y tranquilamente durante unos momentos, a fin de acompasar la respiración. A continuación, se les dirá que piensen en una experiencia personal que les haya marcado, que para ellos y ellas haya sido importante o les haya impactado. Asimismo, mientras se les instruye para que sigan respirando acompasadamente, deben concentrarse en recordar lo que sintieron cuando tuvieron esa experiencia, para intentar revivir esa emoción en el momento presente. Después de que los/las escolares hayan recuperado la experiencia, se les indicará que vayan abriendo poco a poco los ojos y se los invitará a que, individualmente y por orden, representen a través de lenguaje no verbal (gestos, mímica, etc.) la emoción que les provocó la experiencia que han revivido. Si a los niños y las niñas les cuesta hacerlo de forma espontánea, el/la docente puede abrir la dinámica, representando una experiencia propia, para animarlos y servirles de ejemplo. Cuando un/una estudiante acabe su representación, el resto de la clase intentará adivinar de qué emoción se trata; después, el/la escolar lo confirmará o lo negará, en cuyo caso explicará cuál era la emoción que estaba representando.

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