Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

11 1) Y SI UN DÍA TODOS LOS COLEGIOS CERRASEN Pues ocurrió. Una evidencia, como dirá Julio Verne, de que no hay imposibles sino improbables. No es necesario que hagamos un recapitulatorio de lo vivido porque cada uno tiene bien grabado, en lo hondo de su corazón emocional, las secuencias de cada uno de los episodios vitales de la serie que empezó emitirse el 13 de marzo de 2020. ¡Qué cinematográfica coincidencia! Viernes 13. Por eso, más que recrearnos en lo que ya sabemos por haberlo sentido, miremos hacia delante ¿Qué lección hemos aprendido como docentes durante la crisis? Aquí van las mías: • Que nada está siendo igual en comparación con lo que hasta ahora habíamos vivido • Que podemos adaptarnos, mutar con el virus, aunque sea a la fuerza • Que es posible cambiar de prioridades y de maneras de abordarlas • Que lo imposible, los “no puede ser” se sustituyen por “¿quién da más?” • Que juntos somos más que dos y las cosas salen mejor • Que ... Y de todo ello ¿qué conclusión sacamos para iniciar el próximo curso escolar? 2) ¿QUÉ HACER EL PRIMER DÍA DE CLASE? ¿SEGUIR CON EL TEMA ANTERIOR? ¿Se puede volver al colegio como si no hubiera ocurrido nada? Es más que evidente la necesidad de dar un tiempo y un espacio para transitar por la vida emocional que ha salido a la superficie durante la pandemia. Y el recorrido que realizará nuestro alumnado al atravesar la puerta de sus clases y entrar en ellas con su corazón emocional, más o menos herido, requiere de compañía docente. Por tanto, nuestra oferta podría entenderse como una guía de orientaciones para el acompañamiento emocional. Podríamos decir que este material consiste en un protocolo de acciones de gestión socioemocional para el retorno a la actividad presencial de la comunidad escolar, tras la situación de alarma provocada por el coronavirus. Por tanto, se trata de un conjunto de propuestas para los docentes desde una perspectiva emocreativa, que debe ser complementada con otras de tipo: sanitario, instruccional, familiar, … Pero, como concluiremos en el apartado final, no son más que “piedras” que cumplen una función orientativa de señalar un lugar o una dirección, que nos ayuden a acompañar a nuestro alumnado en el camino de dirigirse “lentamente” hacia el lugar secreto donde está escondida una joya preciosa, que, como en todos los procesos de autodescubrimiento, esa ubicación coincide con el punto del que partimos.

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