Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

129 Los dibujos se colocarán en un lugar visible del aula como recordatorio de lo vivido en la sesión y para ser utilizados en la segunda parte de la actividad. Segunda sesión Se iniciará la continuación de la actividad planteando al alumnado qué ocurriría si todas esas emociones dañinas que encontramos en nuestra mochila en la sesión anterior, permanecieran en su interior. Con el añadido de que cada vez se fuesen acumulando más y más emociones desagradables dentro de nuestras maletas. El objetivo es que lleguen a la conclusión de que es necesario vaciarlas porque hacen que nuestras mochilas pesen demasiado y, con ello, impiden que podamos caminar por la vida de forma ligera, sin sobrecarga. Se les propondrá un juego para experimentar corporalmente lo que supone llevar una mochila interior cargada de emociones dañinas. Este consiste en colocar dentro de nuestras maletas el dibujo de la emoción que representamos en la sesión anterior e imaginar que pesa mucho, de tal modo que al caminar nos hunde y hace que nuestros pasos sean muy lentos y que andemos con dificultad. El docente dará indicaciones para que nos movamos libremente por el aula, con las mochilas a la espalda, representando un caminar con sobrepeso. El maestro/a se ofrecerá como modelo, insistiendo en la idea de un caminar pesado, lento y con dificultades. Se puede ayudar creando un ambiente propicio para ello, con una música que refuerce esa pesadumbre y lentitud. Por ejemplo: • Claro de luna , Beethoven • No sacrifice, no victory . BSO Transformers . A continuación, sacaremos los dibujos de las emociones de dentro de nuestras mochilas y, cada uno, lo pondrá sobre su mesa. Este gesto se reforzará con el simbolismo de desinfectar las mochilas con un espray o con toallitas higiénicas. Ahora representaremos con nuestro cuerpo que nos hemos vaciado de esa sobrecarga emocional, caminando por el espacio de la clase, pero ahora de forma ligera, ágil, pero sin necesidad de acelerarnos. Se puede ayudar creando un ambiente propicio para ello, con una música que refuerce esa ligereza y levedad. Por ejemplo: • Arabesque n°1 , Debussy. • Ice dance. BSO Eduardo Manostijeras . Una vez realizada esta dinámica para ayudar a vaciarnos, se les planteará que, aunque hemos sacado de nuestras mochilas esas emociones, aún están presentes porque las tenemos en nuestras mesas. Por tanto, ¿qué podemos hacer para que no vuelvan a meterse dentro y hacernos daño?

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