Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

136 Entonces ─ se preguntará a los alumnos y las alumnas─ ¿qué hacemos con nuestra basura emocional, si no podemos echarla a ningún contenedor? ¿Vivir con ella? Imaginemos qué ocurriría si tuviésemos que quedarnos en casa toda la basura que generamos. Se plantearán estos interrogantes para abrir un debate, a fin de que el alumnado llegue a la solución de que hay que reciclar esa basura. A partir de los explicado se establecerá un paralelismo entre el reciclaje de la basura emocional y el proceso de fotosíntesis que realizan las plantas. Para ello el/la docente aclarará que es el proceso a través del cual los vegetales absorben el dióxido de carbono (elemento tóxico contaminante) del aire y expulsan oxígeno (elemento vital) hacia fuera. Este proceso ocurre durante el día, gracias a la luz solar que es atrapada por la clorofila, presente fundamentalmente en las hojas, responsable de su característico color verde. Y a partir de este concepto, se explicará a la clase que reciclar la basura emocional es como hacer la fotosíntesis con nuestras emociones, traduciendo el paralelismo en los siguientes términos: Fotosíntesis (reciclaje natural) Reciclaje de la basura emocional Dióxido de carbono Emoción tóxica Oxígeno Emoción adaptativa Clorofila Conciencia emocional Luz solar Amor a uno mismo o amor de los demás Por tanto, se informará a los/las escolares de que van a aprender a reciclar su basura emocional, como hacen las plantas, utilizando en este caso la respiración consciente, que pasarán a practicar bajo las directrices del/la docente. Los alumnos y las alumnas, dejando separación suficiente entre ellos para tenderse, se tumbarán en el suelo sobre la esterilla o una colchoneta. El/la docente dará las siguientes instrucciones: Cierra los ojos, pero para abrirlos hacia dentro. Dirige la mirada hacia tu interior. Vas a reconocer las sensaciones y los sentimientos según vayan surgiendo. Los dejarás salir. Respira siendo consciente de los movimientos de tu respiración. Toma aire por la nariz (inspira), lo retienes unos segundos (pausa), notando cómo el aire llena tus pulmones y lo expulsas también por la nariz (espira), alargando la salida del aire lo más posible hasta vaciarte del todo. (Repetir varias veces estas indicaciones). Elige una emoción que hayas vivido recientemente y que sea basura emocional. Recuerda que se trata de un sentimiento negativo o desagradable que te bloquea, porque no sabes cómo tratarlo, y que se va acumulando dentro de ti como un veneno que hace que estés mal contigo mismo y tengas problemas con los demás y que no te deja ser feliz. Céntrate en esa emoción que es como basura. Puede ser envidia, ira, pena, humillación, miedo, ahogo, culpa, impotencia… Ponle nombre a ese sentimiento, identifícalo, míralo a la cara y descubre cómo te afecta.

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