Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

144  Lo normal es que en las primeras ocasiones que apliquemos estas dinámicas existan risas, bromas, vergüenza y alguna incomodidad. Lo mejor es no prestar atención y dar margen para que se vayan acostumbrando a la situación.  Se puede invitar a los niños y las niñas a cerrar los ojos con la indicación de que, en realidad, los están abriendo hacia su interior para observarse por dentro. Respetemos a los alumnos y las alumnas que no quieran cerrarlos. Ya lo harán sin forzarlos.  Apoyémonos en la imaginación del alumnado, orientándolo para que se vea a sí mismo en un lugar agradable, donde se sienta seguro, tranquilo y descansado (una playa, un lugar en la naturaleza, su cuarto…).  Si el alumnado está nervioso o muy activo, no podemos pretender realizar directamente la sesión de relajación.  Mejor será entonces recurrir a un paso intermedio, por ejemplo, dar un masaje por parejas, realizar una serie de respiraciones profundas o sacudir las piernas y los brazos para inducir una relajación muscular que lo llevará a tranquilizarse.  Es importante la manera en que el/la docente realiza las indicaciones. El tono de voz, los movimientos y la comunicación no verbal deben ser también relajados. Hay que hablar con calma y suavidad y, cuando entremos en contacto con los chicos y las chicas, procurar hacerlo sin provocarles sobresaltos.  Las sesiones de relajación con niños y niñas de cualquier edad deben ser cortas, ya que suelen dispersarse con facilidad. Al igual que con adultos, la relajación no se aprende de un día para el otro, y hay que tener paciencia. A continuación, ofrecemos algunos ejercicios para empezar a entrenar de forma sistemática al alumnado en la relajación. La tortuga Esta actividad nos permitirá trabajar con nuestro alumnado los movimientos lentos de brazos y manos. Decimos que vamos a hacer de tortugas que pasean muy lentamente por un bosque y que, cuando se encuentren con una amenaza, tienen que meter la cabeza en el caparazón. Con esta reacción estaríamos ejercitando la tensión muscular en cuello y hombros para, después, relajarlos y volver a caminar tranquilamente. El globo Explicamos a los alumnos y las alumnas que son un globo que alguien empieza a inflar poco a poco. A medida que se vayan inflando, sus brazos y piernas tienen que hacerse grandes, muy grandes, mientras respiran lentamente. Cuando los globos estén inflados del todo, les pediremos que se desinflen poco a poco. A continuación, les indicamos que, a medida que se inflan, el aire va entrando en su cuerpo y lo va hinchando hasta que esté completamente lleno, y luego, poco a poco, se va desinflando. También les decimos que el aire tiene su color preferido, el cual va inundando su cuerpo y relajándolo poco a poco, para después ir saliendo de nuevo.

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