Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

163  Para soltar de forma adecuada una emoción tenemos que sentir el peso que nos produce, localizándola en la parte de nuestro cuerpo en donde notamos esa emoción. Puede ser en la cabeza, en los hombros, en la espalda, en la barriga… ( Hacer una ronda para que el alumnado diga en qué parte de su cuerpo sintió el peso de la emoción ).  Después, tenemos que aceptar la emoción como nuestra, reconocerla, aunque eso nos duela. Muchas veces, escondemos o negamos nuestros sentimientos para evitar enfrentarnos al dolor que nos producen. Pero lo que conseguimos es seguir cargando con ese peso sin darnos cuenta de que lo llevamos encima ni del daño que nos está haciendo. El valiente no es el que no tiene miedo, sino aquel que, sintiéndolo, lo reconoce y se enfrenta a él para soltarlo y que no le pese. No podemos evitar sentir emociones desagradables o que nos hacen daño; muchas veces nos ocurrirá, es normal. Por eso no vale de nada darle vueltas: debemos centrarnos en las emociones y no en los pensamientos que nos provocan.  Una vez que reconocemos la emoción y la aceptamos, podemos descargarnos de ella si queremos: nos podemos librar del peso que nos provoca desviando la atención de lo que sentimos y dirigiéndola hacia nuestra respiración, como hemos hecho en el ejercicio. Al mismo tiempo que soltamos el aire vamos soltando la emoción para que vaya al suelo, a la tierra.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTcz