Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

166 Una vez realicemos varios movimientos de subir y bajar, en el último de ellos, cuando nuestras manos toquen el suelo, soltaremos sin brusquedad, nos desprenderemos de las piedras, dejándolas a un lado en el suelo. Hacer varias respiraciones profundas sintiendo el “peso” fuera de nosotros. Reiterar el movimiento de subida y bajada de los brazos, pero ya sin el peso de las piedras. Cuando se desee, pasar al movimiento libre de los brazos. Abandonarse a la libertad del propio cuerpo que sabe cómo moverse para descargarse. Acabar acostados, con los pies extendidos y los brazos en cruz. En esa posición simplemente "respira y descarga, descarga y descansa".

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