Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

173 o Expresiones redactadas en positivo para mantener las distancias sin ser agresivos con el lenguaje. Por ejemplo: ▪ ¿Te importaría separarte y no invadir mi burbuja? ▪ Me siento más seguro/a si te pones la mascarilla. ▪ Todavía no podemos compartir materiales. o Inventar un lenguaje con códigos de manos con los que expresar afectos sin establecer un contacto corporal. • En los pasillos y zonas comunes: o Crear expresiones proponiendo lo contrario a … Por ejemplo, en lugar de decir: “ no camines por ahí”; inventar otra manera de comunicarlo: “ camino equivocado” o “estás fuera de tu vía”. • En el patio: o Elaborar un listado de juegos que no requieran contacto para jugar en el recreo. Por ejemplo: bailes, El teje, Gallinita ciega, Veo Veo, Un, dos, tres pollito inglés… • Espacios seguros para compartir. o Crear, en los diferentes rincones del patio, lugares o rincones delimitados, en los que, marcando la distancia de seguridad el alumnado pueda acudir a ellos para contar a un amigo/a o docente algo que le preocupe o desee compartir. o Pueden ser espacios decorados de forma especial e invitar a la calma y aportar refugio o protección en algún momento del recreo o de realización de actividades al aire libre. o Estos puntos estarán supervisados por docentes o alumnado mayor del centro para que se cumplan las normas de seguridad y sean desinfectados con frecuencia. 6) ¿Cómo podemos relacionarnos de forma flexible? La tendencia de las personas adultas es el uso de la prohibición. Teniendo en cuenta esta premisa si los adultos cambiamos la forma de comunicarnos con nuestro alumnado, estos aprenderán a usar un lenguaje más flexible y positivo. Empecemos por comprender que los niños y niñas no entienden “el no” de la misma forma que los adultos. El “no” es una negación a sus deseos “no me dejan hacer lo que quiero” y les provoca frustración. En lugar de decirle lo que no queremos que haga, le comunicamos lo que puede hacer. Por ejemplo, el alumno está saltando en la zona del patio que no le corresponde a su grupo y no queremos que salte en esa zona; en lugar de decirle “ no saltes sobre en esa zona del patio ”; le decimos, “¿Por qué no te incorporas a la zona que tienes asignada en el patio? ”. Así les invitamos a hacer lo que nosotros queremos que haga cumpliendo las normas acordadas y sin crear tanta frustración.

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