Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

176 llevamos a nuestro amigo en el corazón, ya que forma parte de nuestro ser y su luz brilla dentro de nosotros. II. Los vacíos de nuestra aula-hogar Vamos a observar nuestra aula unos minutos. ¿Está igual que el año pasado? ¿En qué se diferencia? ¿Hay lugares vacíos? ¿Qué llenaba ese vacío el año pasado? ¿Cómo nos sentimos al ver la mesa vacía? ¿Qué representa ese sitio vacío? Dejamos que expresen sus ideas y emociones de forma compartida en el grupo. Realizamos un ejercicio rápido de visualización. Vamos a cerrar los ojos, respiramos hondo y vamos a rememorar un día del año pasado cuando estábamos todos juntos. Los alumnos deben visualizar cómo se saludaban, de lo que hablaban, cómo se reían, cómo se sentaban, etc. Una vez lo visualicen comentaremos: ¿Qué día recordasteis? ¿Con quién estabais? ¿Qué hacíais? ¿Os reíais? ¿Os abrazabais? ¿Cómo creéis que os sentíais? ¿Podemos tener un día igual ahora? ¿Cómo nos hace sentir? Ahora observaremos nuestra nueva clase durante unos minutos en silencio, fijándonos en los vacíos que tenemos delante. Una vez lo observemos, vamos a compartir cómo nos sentimos frente al vacío, qué representa, qué emociones me provoca y qué podríamos hacer con ese hueco que queda y representa a mi amigo/a tan querido/a. Concretamos entre todos las ideas que hayan surgido. Como decíamos, aunque nuestro amigo/a no esté con nosotros físicamente, no quiere decir que haya desaparecido, pues si lo añoramos y queremos, aún estamos conectados y su esencia (su luz) nos acompaña, nos sigue y se queda con nosotros/as. Proponerles lo siguiente: ¿Qué os parece si convertimos esa ausencia física que deja su mesa solitaria, en un espacio que represente y honre la esencia del compañero/a? III. Creación del farol Se les lanzará una pregunta para que debatan sobre ella ¿Cuándo sabemos que hay gente en una casa? Dejamos un tiempo para el desarrollo de ideas y si a nadie se le ocurre, el/la profe plantea la idea que conecta con el farol: “cuando está la luz encendida”. Siendo nuestros compañeros/as llamitas de luz que dan calor e iluminan nuestro hogar, al igual que lo somos nosotros, vamos a crear un mini farol que represente a nuestro compañero/a, en el que escribiremos cualidades y habilidades que le definen, para colocarlo en su sitio vacío y que se haga presente en nuestra aula- hogar. Así su esencia simbólica estará presente y nos acompañará y calentará en esta nueva realidad. IV. Ritual del farol Una vez tengamos los faroles que representan a nuestros amigos/as, los pondremos en nuestra aula. Realizaremos un pequeño ritual en el que los alumno/as colocarán el farol correspondiente en el sitio del compañero/a

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