Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón
180 sintamos y escuchemos con atención para vislumbrar el alma del otro, aunque cometa errores que perjudican al resto, y poder abrazar sus rincones oscuros, sus heridas o acciones que descuidan al grupo. Primero establecemos entre todos el nombre de la tribu y nuestro saludo-lema, como hacían en la tribu africana: yo te respeto, te valoro y eres importante para mí. Posteriormente estableceremos nuestras interacciones con palabras, gestos, miradas, bailes… Lo siguiente es determinar las normas de convivencia: mantendremos la distancia para cuidarnos entre nosotros, nos mandaremos besos volados, nos guiñaremos el ojo, etc. También crearemos el proceso adecuado para tratar con los posibles errores a la hora de seguir las normas creadas por el grupo. Por ejemplo: en el momento en que se produzca el error, nos levantaremos de la silla, nos giraremos hacia el compañero que cometió el error y le diremos: yo te respeto, te valoro y eres importante para mí. Pudiendo acompañar estas palabras con gestos, como, por ejemplo: yo te respeto/te veo con un gesto de los dedos desde tus ojos hacia sus ojos; te valoro, dos dedos formando un corazón; y eres importante para mí , haciendo un gesto circular con la palma en el corazón. V. Compromiso Ahora que conocemos esta forma maravillosa de apoyar a los compañeros/as cuando cometen un error y hemos decidido llevarla a la práctica en nuestra tribu, hacemos un pequeño compromiso grupal. Cuando un alumno/a cometa un error, si en lugar de apoyarlo, lo enjuiciamos y le hacemos reproches, el resto de los compañeros, apoyará y reconfortará al compañero/a que cometió el error y también al que le hizo el reproche. Recordándole que somos la tribu que acompaña y acoge y que todos somos valiosos. VI. Celebración tribal Y para finalizar, ¿Qué les parece si celebramos el nacimiento de nuestra tribu con una canción? Propongo Hay un amigo en mí de Toy Story . ¡Cantemos y bailemos! Hay un amigo en mí, hay un amigo en mí Cuando eches a volar y tal vez Añores tu dulce hogar Lo que te digo debes recordar Porque hay un amigo en mí Sí, hay un amigo en mí Hay un amigo en mí Hay un amigo en mí Y cuando sufras aquí me tendrás No dejaré de estar contigo, ya verás
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