Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

191 Después de lo que hemos compartido en nuestras investigaciones ¿qué podemos decir de la frase “Los ojos son el espejo del alma”? III. Jugando con los ojos A continuación, se les propone jugar con los ojos. Ya hemos comprobado que, efectivamente, los ojos pueden transmitir información muy valiosa. Vamos a jugar a transmitir diferentes mensajes con la mirada. Entrenamos la mirada intentando expresar diferentes emociones con los ojos a ver si los compañeros son capaces de adivinar lo que sentimos. Hay miradas que abrazan, podemos sonreír con los ojos, saludar con los ojos, también podemos transmitir rabia, enfado, tristeza, cansancio… - ¿Cómo se sienten cuando ven unos ojos que transmiten rabia? - ¿Y cuando vemos unos ojos tristes? - ¿Miramos a todo el mundo igual? - ¿Hay miradas ausentes? Ojos que ven, pero no miran. IV. Iluminando nuestros ojos Ya hemos comprobado que podemos decir mucho solo con los ojos. Pues ahora vamos a entrenar miradas que abrazan, miradas que acarician, miradas de consuelo, de alegría. Iluminar los ojos, limpiarlos desde dentro para que los demás escuchen muy alto nuestro mensaje. Para ello realizaremos una pequeña visualización: Vamos a cerrar los ojos para llenarlos de luz y brillo, prepararemos los ojos para transmitir los mensajes del alma. Cerramos los ojos y comenzamos a respirar despacito y con tranquilidad. Con cada respiración vamos notando cómo nuestro cuerpo se relaja más y más, notamos cómo se relajan nuestras piernas, nuestros hombros, nuestros brazos, las manos se apoyan suavemente y nos sentimos relajados y tranquilos. Ahora llevamos la atención a nuestro corazón, escuchamos cada latido y cada pausa y respiramos: - Cogemos aire1, 2, 3 - Pausa 1, 2 - Soltamos aire 1, 2, 3 - Pausa 1, 2 (Repetir varias veces) Piensa en una persona que sea muy especial para ti, una persona a la que quieras mucho y coloca su imagen en el centro de tu corazón. Disfruta de la imagen, mira con el corazón su rostro, sus ojos, su nariz, su boca. Con cada latido del corazón se va dibujando una sonrisa en su cara, esa persona especial te sonríe. Devuélvele la sonrisa, tu cara comienza a dibujar una amplia sonrisa que llega hasta tus ojos, comienzan a brillar desde dentro como pequeñas luciérnagas.

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