Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón
224 una escalera, y va bajando, bajando, ya casi llega al final… y ahí está, frente a ti hay un banco de piedra y una gran puerta vidriera con múltiples colores. Te adentras en el espacio, te sientas en el banco y contempla la puerta de vidrieras de las que salen rayos de luz de los colores en todas direcciones. Tú puede redirigir los cristales y su luz para curar partes de su cuerpo que quieras sanar. Por ejemplo, si sientes angustia o miedo puedes dirigir la luz hacia tu corazón, si tu rodilla o tus piernas necesitan luz verde curativa, la dirigirás hacia esa parte. Puedes enviar luz a cualquier parte de tu cuerpo que necesite alivio y curación. (Dar un tiempo) Mientras haces esto puedes sentir el calor o el ligero hormigueo que produce la luz, deja que tu cuerpo y tu alma cure. Deja que fluyan pensamientos e ideas, sobre el trabajo, la familia..., pero sé compasivo contigo mismo, siente la luz como un abrazo que conforta y alienta. Abandona el miedo, no lo necesitas, la culpabilidad, junto con la desesperanza, la rabia y la frustración, siente la armonía y la calma. Siente cómo te tornas más liviano y más fuerte. Siente que te quitan un peso de los hombros, a medida que te llenas de amor. Disfruta del momento, deja que tu cuerpo, mente y alma se alivien… (Dar un tiempo) Es la hora de salir de este espacio especial en el que nos encontramos, respirando y sintiéndote reconfortado, repleto de amor, de seguridad y tranquilidad. Voy a contar hacia atrás de 5 a 1 para despertar. Con cada número estarás más despierto, más alerta y te sentirás pleno y lleno de la luz amorosa. 5, 4, más y más despierto, 3, sintiéndote maravillosamente bien, 2, ya casi estamos. Imagina que llevas tu mano al picaporte de la puerta de la estancia donde estábamos, 1 abrimos la puerta…, a la vez que los ojos.
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