Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

225 RECURSO 9.3: Ejercicios de Descanser para descansar FIN 9: Cuidarte para cuidarlos AUTORÍA: José Mª Toro Alé, de su libro “ Descanser. Descansar para ser ” RESUMEN: Este recurso aporta una serie de ejercicios para promover el descanso en el colectivo docente. Descansar para cualquier persona resulta indispensable en su supervivencia. Descansar para el profesorado, dado el especial efecto de erosión física y mental que conlleva su actividad profesional, tiene un especial sentido. Pero si en algún momento resulta urgente asumir la necesidad del descanso es en este contexto, por las condiciones de estrés y desajuste emocional que va a suponer afrontar el reto de lidiar con esta crisis, no solo presente en el comienzo de curso, sino durante todo su desarrollo. El descanso que nos propone el autor de referencia tiene una mayor profundidad y valor sanador, y lo resume perfectamente el título de su libro “ Descanser. Descansar para ser ”. Efectivamente, sus palabras son muy clarificadoras de esta nueva manera de entender el descanso: “ gesto humano..., a través del cual la persona recupera su centro, retorna a su identidad más profunda, renueva toda su materia- energía y reaviva su espíritu para ser devuelto al mundo con una nueva calidad de presencia ”. Recomendamos que, para una mayor profundización en esta manera de “descansar para ser”, se consulte el texto completo de referencia. Como nos indica el autor “ no es un libro para dormir, sino para despertar ”. DESARROLLO: Ejercicio 1: "Acostarse" ( Descanser , páginas 83-84) Adopta la posición de semisupino. Date un tiempo para explorar y darte cuenta de cómo es tu estar acostado/a. Observa cómo participa cada parte de tu cuerpo en esta estación. Observa cómo participa no solo la parte posterior de tu cuerpo que toca el suelo, sino también la parte frontal que queda mirando hacia el techo. Observa qué partes tocan el suelo y cómo es la cualidad de dicho contacto: date cuenta de si hay empuje, si rebotan, si se hunden o si están imantadas. Observa qué partes no tocan el suelo y cómo les afecta el no poder contactar con el suelo y descargar su peso en él. Coloca ahora durante unos momentos los brazos abiertos y las yemas de los dedos de las manos imantadas con el suelo.

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