Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

27 3. BIEN-RECIBIR Y VOLVER A PASAR POR EL CORAZÓN “ ¡Me apena tanto relatar estos recuerdos! [...] Si intento describirlo aquí es para no olvidarlo” (El Principito, 25). Ya ha llegado el primer día, hemos entrado en clase ¿y ahora qué? Propongo dos verbos: primero, acoger, y luego, recordar, con sus correspondientes sentidos etimológicos. Acoger , qué precioso significado, recibir en el hogar a la vez que dar refugio, proteger. El acto de la acogida debería ser algo más que un recibimiento, un bienvenidos/as al nuevo curso. Tendría más sentido entenderlo como un “después de todo lo que hemos pasado, te damos refugio al amparo de nuestra clase”. Aunque no podamos expresarlo con un abrazo de recibimiento protector a cada uno/a de nuestros/as alumnos/as, sería conveniente que pensásemos como trasmitirles esa acogida de llegar a un lugar seguro, nutrido de auxilio curativo. Recordar , o lo que es lo mismo, volver a pasar por el corazón. Cuánta profundidad al situar lo relevante de nuestra vida en la memoria emocional. Resulta significativo constatar que las enfermedades cerebrales degenerativas pueden vaciar nuestra memoria episódica y semántica (nuestra biografía y lo que sabemos) pero no pueden sustraernos lo que sentimos. ¿Por qué será? Por eso, no hay más remedio que afrontar la tarea de ayudar a rescatar de su corazón emocional aquello que vivieron y, lo más seguro, que sufrieron, para actualizarlo en el hoy y así poder seguir caminando sin el lastre del ayer. ¿Y qué hacemos con lo recordado? Que levanten la mano quienes desearían volver al pasado para hacer, deshacer o modificar algo de su biografía. Más allá de que asumamos nuestra historia personal como algo que forma parte

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