Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón
39 La frustración Otra mezcla de componentes emocionales de malestar (ansiedad, tristeza y enfado), en algunos casos vinculada a la anterior (la incertidumbre). Y ante esta, la única manera de afrontarla es tolerándola, o si se quiere, aguantándola. ¿Cómo? 1) Cambiando el criterio a la hora de valorar el hecho frustrante y anticipando las consecuencias en los distintos escenarios. ¿Realmente es tan horrible? ¿No existirían otras situaciones realmente más graves? ¿Qué pasaría en el peor de los casos? ¿Existiría alguna alternativa en el escenario más desfavorable? 2) Aceptando la frustración como algo presente pero transitorio y que pasará. Evitar caer en la trampa de la cultura consumista que nos vende la idea de que todo se puede arreglar reemplazándolo por un sustituto. Como nos enseña la autora de Agilidad emocional , Susan David, “ Uno de los logros humanos más grandes es elegir hacer sitito en nuestros corazones tanto para la alegría como para el dolor y sentirnos cómodos estando incómodos ”. Aceptación es asumir que en determinados momentos lo que necesitamos hacer es lo más simple: nada y seguir respirando. 3) Poniendo en palabras el aprendizaje emocional. Afrontar nuestra frustración y traducir la experiencia vivida a palabras (mejor escritas o si se quiere en audio) es útil para lidiar con el malestar que nos provoca. Pregúntate, ¿qué aprendizaje puedo extraer de esta situación? 4) Desterrando los pensamientos absolutos. Sepárate de los “nunca”, “siempre”, “debería”, “no puedo”, “no lo aguanto”, ... Y sustitúyelos por los relativos: “alguna vez”, “podría”, “voy a intentarlo”, “puede que ahora no, pero mañana será otro día”. 5) Practicando la tolerancia y dándole sentido productivo. Hay que aprovechar las situaciones frustrantes para ejercitar el músculo de la tolerancia. No se trata de frustrarse intencionalmente, pero tampoco hay que huir de situaciones que nos provoquen frustración. Tengo que hacer cola para entrar en la tienda o el coche de delante va a su ritmo y no puedo adelantar. Aunque tengo prisa aprovecho para reducir mi velocidad vital. Una metáfora de la necesaria indicación de que tengo que lentificarme y hacer pausa. 6) Separándonos de la frustración para crear un espacio entre lo que la produce y nuestra respuesta. Se trata de distanciarnos de nuestra experiencia emocional y darnos tiempo para digerirla, de manera que podamos observar la situación desde fuera de la misma (o si se quiere desde arriba) para poder ver aspectos que quedan en un punto ciego. Los astronautas se refieren al efecto de la visión general , cuando hablan de lo que experimentan al contemplar nuestro planeta desde la inmensidad del espacio.
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