Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

43 “normales”, o lo que es lo mismo emocionalmente humanos, en un contexto de anormalidad. Aquí van algunas concreciones de esta gran finalidad de humanización del nuevo contexto. Humanizar la nueva “anormalidad...” 1) Reinterpretando la distancia de seguridad desde la cercanía emocional. 2) Manteniendo el con-tacto emocional. 3) Mirando el alma a través de la mascarilla. 4) Lentificando para tomar conciencia. 5) Realizando rituales. 1. Reinterpretando la distancia de seguridad desde la cercanía emocional “ Hay que ser muy paciente [...] Te sentarás al principio un poco lejos de mi [...] Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...” (El Principito, 85) ¿Se puede estar a “distancia cercana”? Aunque la proximidad física es un indicador de confianza y de relación afectiva, no es imprescindible para expresar conexión emocional. Podemos expresar cercanía sin necesidad de hacerla condicionar por la separación física. Durante este tiempo no me he cansado de defender en las tribunas públicas que la distancia de “seguridad interpersonal” de 1.5 metros que se establece en los protocolos que se aplicarán en nuestra vuelta al cole, como medida de prevención de contagio, no tiene que traducirse como distancia socioemocional. Primero, por el efecto perverso de entender que el alejamiento del otro es una garantía de seguridad. Y segundo, porque cuando el distanciamiento físico es necesario como medida sanitaria transitoria, la vinculación socioemocional resulta aún más prioritaria. Como hemos constatado en el período de confinamiento las emociones surgen a pesar de la relación educativa a distancia, en algunos casos, para vincularnos solidariamente y, en otros, para recordarnos de manera doliente la separación con aquellos a los que queremos. Por otro lado, hay que advertir que, aunque se implante un modelo de grupos estables de convivencia , cuyos integrantes podrán interactuar sin necesidad de mantener la distancia de seguridad, el alumnado de estas clases burbuja no podrán relacionarse con otros grupos, y, además, la recomendación se establece especialmente para alumnado de Infantil y primeros cursos de Primaria, lo que deja a una población escolar muy amplia sometida a mantener la separación física entre ellos/as. En conclusión, no podemos renunciar a la proximidad, aunque sea relacionándonos a un metro y medio. De hecho, seamos realistas: en muchos casos, como ocurre cuando nos encontramos con amigos y familiares, no se cumplirá, porque nuestros automatismos proxémicos se rebelarán contra la norma.

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