Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

44 Así que tendremos que pactar con nuestro alumnado para que trabajen juntos de manera separada, intentando evitar que vean al otro como un “contagiador”, aceptando que se van a equivocar y que el riesgo va a estar presente en todo momento, de modo que podamos ayudarles a saber gestionar la salud, en el espacio del colegio, estando juntos. El reto será integrar la distancia en la relación educativa a través del vínculo. José Mª Toro en su Oda a la distancia nos aporta una serie de reflexiones para dotar de nuevos sentidos a esos dos metros. Resumo a continuación algunas conclusiones de este precioso y a la vez profundo escrito: • RECORDATORIO DE LA RELEVANCIA DE LO PRÓXIMO. La distancia nos ayudará a tomar conciencia del valor de la proximidad, de la cercanía y de la tremenda necesidad que tenemos de contacto, de hablar y entregarnos a través del tocarnos. • OPORTUNIDAD PARA LA CREATIVIDAD EMOCIONAL. Invitar a nuestro alumnado a acoger y vivir esos dos metros de distancia como espacios para “crear lazos” y como un pretexto para tejer de otras maneras el encuentro con el otro. • REINTERPRETACIÓN DE LA DISTANCIA. Ayudar a sentir que esta distancia “no es separación”, sino que con ella construyo, algo más lejos de lo que estaba acostumbrado, un ámbito para el encuentro profundo con el otro. • ESPACIO PARA LA PRESENCIA DESDE LA CONCIENCIA. Invitar al profesorado a utilizar los dos metros como manera de “dar volumen” a la propia conciencia de presencia, viviéndolos, no como una barrera defensiva frente a los riesgos de los otros, sino como un puente a la autoconciencia, como un símbolo de un tener que multiplicar por dos el darme cuenta y ser doblemente consciente de quién soy y cómo estoy. • ACEPTACIÓN TRASCENDIENDO LA IMPOSICIÓN. Ayudar a entender estos dos metros, que por ahora nos impiden tocarnos, no como una imposición arbitraria y externa sino como un acuerdo razonable. Dirá el autor como “ una “obligación” consciente y responsable, expresión del deseo de cuidar de mí y de velar por los otros. [...] Nadie me obliga a no acercarme. Es la Vida la que ahora necesita y reclama estos 200 centímetros de distancia, de cuidado y de esmero... ” • EXPRESIÓN DE AMOR Y RESPETO A LA SALUD DEL OTRO. Ayudar a abrazar en la distancia, manteniendo un espacio abierto, como gesto de profundo amor y respeto a la vida de los demás. “ No me acerco más porque no te siento lejos. A dos metros te siento más presente que nunca, más regalo que nunca ”. • EN CONCLUSIÓN. Un motivo para volver a pasar por el corazón la separación como un recordatorio de los lazos que nos hacen del hogar. “ Tal vez más adelante recordaré estos dos metros y les podré agradecer el sentirme afortunado de este no tocar, provisional y temporal, que me trastocó por entero y para siempre. Dos metros para despertar, dos metros para sentir, dos metros para […] reconocer y celebrar lo extraordinario y maravilloso de las cosas y gestos más sencillos y cotidianos que suelen pasar desapercibidos .”

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTcz