Guía emocreativa para la vuelta al cole desde el corazón

86  Abriendo los ojos hacia el interior Ahora seguimos respirando con este ritmo y cerramos los ojos hacia fuera para abrirlos hacia el interior, porque cuando nuestros párpados se cierran, en realidad estamos abriendo una ventana para mirarnos interiormente. Pero los cerramos sin hacer fuerza y lo notamos porque nuestra frente está relajada, no hay tensión alguna en ella.  Relajación Y ahora vamos a relajar nuestro cuerpo siguiendo mis indicaciones. No pasa nada si les da la risa, si suena algún ruido o no os podéis concentrar; lo importante es que sigáis mis órdenes e intentéis relajaros. (PONER UNA MÚSICA APROPIADA PARA LA RELAJACIÓN) Respira lo más profundamente que puedas tres veces, inspira por la nariz y suelta el aire por la nariz… Vamos a llevar nuestra atención a nuestro cuerpo, yo os guiaré en esa observación… Sentimos cómo estamos sentados en una silla, con toda la planta del pie apoyada en el suelo, la espalda recta, y notamos cómo se expande el pie, las piernas se relajan. Extendemos los brazos y las manos las colocamos sobre los muslos. Y dejamos que nuestros brazos se relajen. Cerramos los ojos con suavidad, para mirarnos por dentro. Sentimos cómo nuestros ojos se ablandan, cómo la piel del entrecejo se relaja. Somos conscientes de nuestra respiración, inspiramos por la nariz y expulsamos el aire por la nariz. Siente poco a poco cómo las vértebras de la columna se van alineando una por una, como si hicieras una torre de nubes que no pesan, se colocan sin tensión una sobre la otra hasta llegar al cuello. Ahora, imagina que hay un hilo sosteniendo tu cabeza desde la coronilla, este hilo nos mantiene la cabeza recta con la barbilla levemente inclinada hacia el pecho. Seguimos respirando, de forma relajada y continua. Inspiramos por la nariz y expulsamos el aire por la nariz. Poco a poco somos conscientes de nuestra respiración. Cómo entra el aire que nos ofrece la vida, cómo lo retenemos, lo hacemos nuestro, y lo expulsamos, echando fuera todo lo que nos distrae, todas las preocupaciones. Somos conscientes de cómo el aire que respiramos se convierte en la caricia que suavemente nos tranquiliza y nos ayuda a sentirnos bien. Mi respiración es tranquila, muy tranquila, con cada respiración mi cuerpo se relaja más y más, más relajado, más descansado. Por unos

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