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Animales muy normales Rafael Ordóñez Ilustraciones de Susana Fernández Igual

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7 En esta granja tan maja hay de todo, hasta paja. ¿Y animales? Unos cuantos, unos veinte o veintitantos.

8 Soy gordo, gruñón y bajo, y no me gusta el trabajo. Cuando tomo el biberón hay quien me llama lechón. Al mamar nos empujamos, es que todos no llegamos. Pequeño todos me quieren, pero luego se lo huelen. Mi familia es numerosa, y todos color de rosa. Mi rabito es una rosca, pero no espanto a las moscas. Hocico plano y redondo, por eso llega hasta el fondo.

9 Si el jabón es tu enemigo, te compararán conmigo. La pocilga es mi casa, donde el buen olor no pasa. Me gusta estar en el barro; o a la sombra, bajo el carro. Para ponerme las botas yo me hincho de bellotas. Luego me harán jamones, chorizos y salchichones. El jabalí, mi pariente, dicen que es muy valiente. ¿Mi nombre? Pues no me acuerdo. ¿Me ayudas? Yo soy el

10 Al nacer yo tengo frío, y tan solo digo: pío. De pequeño es un rollo, ¡todavía soy un pollo! Soy un ave de corral, aunque a mí eso me da igual. Miro esto, miro aquello; siempre estoy moviendo el cuello. Pongo huevos a docenas, te los comes en la cena. Me asusto por cualquier cosa, ¡como que soy muy miedosa! No creas que me mareo si escuchas un cacareo.

11 Aunque alas tenga un par no sirven para volar. Tengo una bonita cresta, pero nunca voy de fiesta. Busco bichos con el pico, me los como, ¡están muy ricos! Mi caldo es muy famoso, y, por cierto, nada soso. Si me ve algún abuelo, le recuerdo a su pueblo. Pero, hijo, ¡ten cuidado!, que vas a acabar asado. Una familia muy fina: pollito, gallo y

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