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11 El Bandido-Jefe gimió. —Si me lo permite —dijo la señorita Laburnum—, iré a mi biblioteca y sacaré el Diccionario práctico de medicina familiar. Con ese valioso libro intentaré aliviar el sufrimiento de sus compañeros. Claro que no lo podré tener en préstamo más de una semana. Es un libro de consulta muy solicitado, ¿entiende? Las lamentaciones de los bandidos enfermos resultaban insoportables para el jefe. —Está bien —aceptó—. Puede ir a buscar el libro y nos olvidaremos del secuestro de momento. Pero solo de momen- to, ¿eh?

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