20 voluntad propia. Eso es para los muertos, y yo estoy muy viva…, a mi manera, pero viva. Otra mentira es que le tenemos pánico a las cruces y también a los ajos. A mí los ajos no me gustan, porque huelen mal y saben peor. Pero de ahí a tenerles pánico… Si le tuviese miedo al ajo, sería una vampira de pacotilla. Las noches son muy movidas porque es cuando salimos a cazar a los bichos comelibros. Por el contrario, de día tenemos que estar callados para no llamar la atención, porque esta biblioteca siempre está llena de humanos. A mí los humanos me gustan más bien poco, salvo unos que conocí hace dos meses, de casualidad. De eso trata mi historia. De la amistad tan bonita que nació entre nosotros. Y eso que somos muy distintos. Ellos tienen una vida, una casa, un ordenador… ¡y hasta un perro! Yo solo tengo murciélagos y vivo en esta biblioteca
RkJQdWJsaXNoZXIy