13 Lee el fragmento con atención y resume su contenido en no más de cinco líneas. 14 Piensa y responde. ¿Qué simboliza el rayo de luna que persigue Manrique en el fragmento? ¿En qué frase o frases del texto has basado tu respuesta? Cítalas. Relaciona el significado del rayo de luna con la visión del mundo propia del movimiento romántico. 15 Describe y comenta el marco espaciotemporal de la narración. ¿Se puede afirmar que es típicamente romántico? Justifica tu respuesta. 16 Observa la estructura del texto: ¿En qué partes puedes dividirlo? ¿Qué criterios has seguido para hacerlo? 17 Detente en el lenguaje y el estilo. ¿Se trata de un lenguaje sencillo o más bien elaborado? ¿Tiene muchas pausas? ¿Qué ritmo da a la lectura? ¿Qué sensación transmite el autor gracias a esas particularidades? 18 Explica la afirmación final: «A mí, por el contrario, se me figura que lo que había hecho era recuperar el juicio». ¿Qué quiere expresar con esa frase el narrador? A C T I V I D A D E S L E C T U R A Una misteriosa aparición L a no ch e e st ab a se rena y h e rmo sa ; l a luna br i l l ab a en toda su plenitud en lo más alto del cielo y el v iento susp i rab a c on un r umo r du l c í s imo e n t re l a s h o j a s d e l o s árboles. Manrique llegó al claustro, tendió la vista por su recinto y miró a través de las macizas columnas de sus arcadas… Estaba desierto. Salió de él , encaminó sus pasos hacia la oscura alameda que conduce al Duero, y aún no había penetrado en el la cuando de sus labios se escapó un grito de júbilo. Había vi sto f lotar un instante, y desaparecer, el extremo del traje blanco, del traje blanco de la mujer de sus sueños, de la mujer que ya amaba como un loco. Corre, corre en su busca ; l lega al sitio en que la ha vi sto desaparecer ; pero al llegar se detiene, fija los espantados o j o s en el su elo , p erman e c e un rato inmóv i l ; un l i gero temblor ner vioso agita sus miembros, un temblor que va creciendo, que va creciendo y ofrece los síntomas de una verdadera convulsión , y prorrumpe, al fin , en una carcajada , en una carcajada sonora , estridente, horrible. Aquella cosa blanca , ligera , f lotante, había vuelto a brillar ante sus ojos; pero había bri l lado a sus pies un instante, no más que un instante. Era un rayo de luna , un rayo de luna que penetraba a inter valos por entre la verde bóveda de los árboles cuando el viento movía sus ramas. Habían pasado algunos años. Manrique, sentado en un sitial junto a la alta chimenea gótica de su castillo, inmóvil casi , y con una mirada vaga e inquieta como la de un i diota , apenas prestaba at ención ni a l as carici as de su madre ni a los consuelos de sus ser vidores. –Tú eres joven , tú eres hermoso –le decía aquella–. ¿Por qué te consumes en la soledad? ¿Por qué no buscas una mujer a quien ames y que amándola pueda hacerte feliz? –¡El amor!… El amor es un rayo de luna –murmuraba el joven . –¿Por qué no despertáis de ese letargo? –le decía uno de sus escuderos–. Os vestís de hierro de pies a cabeza , mandái s despl egar al aire vuestro pendón de ricohombre1 y marchamos a la guerra . En la guerra se encuentra la gloria . –¡La gloria!… La gloria es un rayo de luna . –¿Queréis que os diga una cántiga2, la última que ha compuesto mosén Arnaldo, el trovador provenzal? –¡No! ¡No! –exclamó por último el joven , incorporándose colérico en su sitial–. No quiero nada…; es decir, sí quiero, qui ero qu e me de jéi s so lo… Cánti gas…, mujeres…, g lori as…, feli ci dad …, mentiras todo, fant asmas vanos qu e formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras el los, ¿para qué?, ¿para qué? Para encontrar un rayo de luna . Manr i qu e e st aba lo co; por lo menos , todo el mundo lo creía así . A mí , por el contrario, se me f igura que lo que había hecho era recuperar el juicio. Gustavo Adolfo Bécquer El rayo de luna 1 ricohombre: perteneciente a la alta nobleza . 2 cántiga : cantiga , poema destinado al canto. 340
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