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L A Z A R I L L O D E T O R M E S La casa lóbrega y oscura (pág. 250) El Lazarillo abre el camino de la novela moderna por el uso del yo narrativo, que permite inaugurar al mismo tiempo la senda del realismo literario. Al focalizar la narración en el protagoni sta –cuyo punto de vista es el único que conocemos–, el anónimo autor de la obra no solo aumenta el grado de verosimilitud de su historia , sino que sitúa en primer plano al personaje, por encima incluso de la trama . Esta fórmula nar rat iva t endrá un enorme é xito en l a l it eratura posterior. En el episodio seleccionado, la voz de Lázaro nos hace compartir su miedo y, al mismo tiempo, el l ector pu ede ver qu e en l a equiv o cación del personaje subyace una crítica a la sociedad . F R A N C I S C O D E Q U E V E D O Amor constante más allá de la muerte (pág. 264) E st e s on e to e st á i n c lui do en l a se r i e «Cant a so l a a Li si», en l a qu e , a par tir de un modelo petrarquista , Quevedo dedica un conjunto cerrado de poemas de amor a una sola persona y expresa una serie de sentimientos con gran intensidad: la pasión , la conciencia del paso del tiempo, el arrepentimiento… Quevedo uti li za la primera persona en los dos cuartetos, en los que manifiesta que ni siquiera la muerte podrá desterrar la pasión , y pasa a la tercera persona en los dos tercetos, con un tono más filosófico y abstracto. C A R T A S M A R R U E C A S Carta XII. Del mismo al mismo (pág. 323) El género epistolar, ya practicado en la Edad Media y adopt ado c on ac i er to por el autor d el La z ari l l o, aparece con profusión en el siglo xviii como estrategia narrativa para dar voz a sus criaturas y di luir al narrador, así como para ref lexionar sobre la realidad circundante con distanciamiento. Tomando el modelo de Cartas persas, de Montesquieu , Cadalso crea dos personajes oriundos de Marruecos con los que puede criticar las costumbres españolas (por ejemplo, los usos de una ari stocraci a sin dinero) desde fuera y con el estilo ameno y despojado de solemnidad que le permite la carta privada . B U S C Ó N No es oro todo lo que reluce (pág. 279) Quevedo escribe el Buscón como una crítica contra su personaje y contra la sociedad que lo ha creado. Aunque esté narrado en primera persona , como las novelas picarescas anteriores, el autor uti li za un lenguaje bri l lante, barroco, lleno de ambigüedades y dobles sentidos, con el que logra que sean las propias palabras del pícaro las que lo condenen social y moralmente. El refrán que da título al fragmento, y que se reproduce en él , funciona como clave interpretativa no solo de la realidad del caballero con el que Pablos se encuentra , sino de la misma obra y del mundo que habitan sus personajes. A continuación te proponemos tres novelas en las que los personajes cuentan su propia historia: Me llamo Lucy Barton, de Elizabeth Strout. Esta novela, narrada por una mujer de mediana edad que se encuentra convaleciente en un hospital, muestra cómo hacen mella en una persona la soledad, la pobreza y el peso del pasado. Del color de la leche, de Nell Leyshon. A través de la mirada de una campesina adolescente en el siglo xix, asistimos al maltrato sufrido por las mujeres a lo largo de la historia. Todo por una chica, de Nick Hornby. Con su habitual estilo humorístico plagado de referencias a la cultura pop, Hornby nos cuenta, en la voz de Sam, los conflictos y torpezas típicos de un adolescente. S U G E R E N C I A S D E L E C T U R A 351

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