8 L E O U N C U E N T O Un gorro colorado El gnomo Fortunato no se podía creer lo que veía . –¿Es una seta? ¿Es un tejado? ¡No! ¡Es un gorro colorado! Fortunato acababa de encontrar un gorro. Y no era un gorro cualquiera . Era un gorro de primera. Igual a simple vista parecía un gorro normal y corriente…, puntiagudo como todos, pero colorado como pocos y elegante como ninguno. Fortunato se lo probó. Le quedaba perfecto. Se veía tan guapo… Le encajaba tan bien que ni dando volteretas se le caía . Pero de pronto le entró la preocupación . –¿Y si se me mancha? Decidió entonces ponerse su gorro viejo encima y siguió su camino, silbando y saltando. Anduvo y anduvo con el gorro nuevo bajo el gorro viejo. Aunque nadie lo viera , él podía sentirlo, igual que sentía dentro del cuerpo una alegría secreta , como algo colorado y precioso que le daba calor. Pero las alegrías no están hechas para mantenerlas en secreto. Cuando Fortunato se encontró con su amigo Jacinto, le dijo sonriendo de oreja a oreja : –¡ Jacinto! ¡No te vas a creer lo que me ha pasado! –Ni a mí –le interrumpió Jacinto, que no parecía muy alegre–. ¡He extraviado mi gorro! Jacinto se echó a llorar. –¡Era precioso! ¡Y lo acababa de estrenar! La alegría de Fortunato ya no estaba colorada ni daba tanto calor. –¿Ah , sí? de primera: muy bueno, excelente. extraviado: perdido. Escucha el cuento. ¿Qué te ha transmitido la música que se oye al principio y al final?
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