1814875

14 Con un largo suspiro, cerré la puerta. Mis abuelos son los mejores, no quiero que se me malinterprete. Viven a varias horas de mi ciudad, en un pueblo pequeño cerca del valle del Jerte. Tienen una casa apartada, con un huerto enorme, siete gallinas, dos perros y cuatro cabras. Me encanta pasar los veranos con ellos y echarles una mano. Pero más por la parte de cuidar animales que de que me atiborren a verduras. No soy muy fan de la calabaza ni de las acelgas, mi archienemiga es la coliflor. ¿Hay una sola persona en el mundo entero a quien le guste eso? Ya solo el olor nos está gritando que hincarle el diente es una mala idea. Cuando llegué a la cocina el hedor era insoportable. Mi madre ponía la mesa mientras hablaba muy animada sobre un nuevo proyecto. Se llama María y trabaja con un equipo de arquitectos. Jamás he visto a nadie a quien le entusiasmen más los planos o el trabajo que a mi madre. Mi padre, Javier, es traductor y tiene la suerte de trabajar casi siempre desde casa, así que también es el encargado de preparar las comidas, hacer la colada y asegurarse de que mantengo el orden.

RkJQdWJsaXNoZXIy