19 —¿Empezamos hoy? —pregunté, sintiéndome traicionado—. Pero había quedado con Sergio para jugar a un nuevo… —Puedes quedar con Sergio cualquier otro día. ¿Sabes qué es lo que no puedes hacer? ¡Suspender de nuevo! No supe ni qué contestar. La situación era indignante. Lo mínimo era comunicármelo con tiempo para prepararme. Ahora me tocaba cambiar los planes y avisar en el último momento a mis amigos de que quedasen sin mí. Durante un trimestre como mínimo iba a tener mucho menos tiempo libre. ¡Y un trimestre es una eternidad! Pasé gran parte del día enfurruñado. Las clases se me hicieron eternas y volví a casa arrastrando los pies. Los viernes perdían parte de su encanto si sabía que al terminar las clases me tocaba una hora extra de estudio. Cuando se acercaban las cinco, mi padre me mandó a ordenar mi cuarto. Como si fuera importante que quien viniera pensara que yo era ordenado. Al guardar la ropa en el armario me pregunté por primera vez cómo sería el profesor. Tenía que ser una persona bastante amargada como para
RkJQdWJsaXNoZXIy