74 Había llegado el verano y tú tenías muchas ganas de terminar el colegio. Tus padres no podían pagar este año un campamento, así que, mientras ellos trabajaban en la ciudad, estarías en la granja de tus tíos. Pensabas que unas vacaciones con tus tíos en el campo iban a ser un tiempo de juego y descanso. Soñabas con pasar todo el día jugando con tus primos Alejandro y Daniela, bañarte en la laguna del Cangrejo o recorrer los bosques con tu bicicleta, como hacías siempre que los visitabas en familia. Pero tus planes se han venido abajo porque ya llevas una semana en la hacienda y lo único que has hecho es ayudar al cuidado de los animales y las plantas. Cada día, al amanecer, el canto del gallo os despierta. Te levantas y tomas un buen desayuno. Pero, claro, antes de desayunar hay que ordeñar las vacas para tener leche fresca. Después del desayuno, vas con Daniela al corral para recoger los huevos que han puesto las gallinas. Cuando termináis os encargáis de cepillar y dar heno nuevo a las dos mulas de la hacienda, mientras que tu primo Alejandro ayuda a su padre a regar y recoger las verduras del huerto. Cuando llega el final de la mañana, notas un enorme cansancio, así que te tumbas a descansar en una hamaca bajo el enorme árbol que hay en la entrada de la casa, justo antes de almorzar. PRIMER DESAFÍO: misterio en LA GRANJA
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