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Cuando tenía once años, dormir la siesta era obligatorio durante las vacaciones de verano. Es difícil dormir sin sueño, así que yo soñaba despierta. ¿Cómo? Tumbándome en la cama a leer un libro, un cuento, un cómic…, lo que hubiera por ahí. Afortunadamente, en mi casa siempre hubo muchos libros. No se puede ser escritora sin ser lectora, eso es así. Me encanta escribir, construir con palabras una historia que, no sin esfuerzo, va cobrando forma como una escultura de barro. También trabajo como correctora desde hace muchos años. Corregir consiste en pasar el plumero a los libros para dejarlos limpios de faltas y errores. Ojalá disfrutes con la lectura de estos cuentos y te dejen con ganas de seguir leyendo. Nuria del Peso Desde hace mucho tiempo me fascinan especialmente dos cosas: por un lado, los museos y, por otro, la astronomía. Creo que ambas en el fondo se conectan de algún modo. Tanto el arte como la ciencia hablan de la necesidad de conocimiento del ser humano, para descubrir el mundo que lo rodea y también para conocerse a sí mismo. Desde que soy chiquita me gusta crear, pensar, reflexionar y comunicarme a través de mis dibujos. Y, si bien a medida que fui creciendo fui explorando diferentes disciplinas artísticas, este ímpetu curioso y observador me llevó a encontrar en la ilustración el lugar ideal para expresarme. Sigue apasionándome la astronomía a tal punto que firmo mis ilustraciones con el nombre de una estrella que hice mía. De esta forma recuerdo en cada trabajo la fascinación que me provoca mirar un cielo estrellado, que es más o menos la misma que tengo al recorrer un museo o contarles con mis dibujos estas historias. Rigelmoon La creación de un mito. . . . . . 8 El Monte de las Ánimas . . . . . 16 La santa compaña. . . . . . . . 10 La goleta fantasma. . . . . . . 12 El chupacabras. . . . . 18 6

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