1820501

16 3 Hada apenHada Tú, que estás leyendo este libro, lee bien esto: las hadas pueden estar tristes. Que lo sepas. Es diferente ser un hada apenHada que ser un robot. Porque yo antes, cuando iba a mi antiguo cole, a veces me ponía triste. Si mi amiga Adri prefería estar con Gabriela en vez de conmigo, o si Adam, el guapo-guapísimo, no me hacía ningún caso. Pero era una tristeza con fondo rosa. Déjame que te explique, porque la tristeza es una cosa rara. Tan rara que yo solo la comprendo cuando soy hada. El robot Galadriel.exe no entiende ni sabe nada sobre la tristeza. Hasta el año pasado, mi color favorito era el rosa. Casi siempre estaba contenta e iba dando

RkJQdWJsaXNoZXIy