16 maba, su madre le embadurnó con toneladas de crema asquerosa y su padre acarreaba unas raquetas de bádminton para jugar. El primer día, Miguelín tiró la pelota al váter y no hubo juego; el segundo, su padre se cayó encima de un alemán y le rompió el dedo pequeño del pie; el tercero, Cándida le quitó la raqueta y le dijo que era un patata; el cuarto, le dolió la barriga; el quinto, se comió un helado; el sexto, fueron al minigolf y acertó un agujero; el séptimo, cenaron una paella en un restaurante, pero tuvieron que ir de urgencias al hospital porque Alicia se atragantó con una gamba; el octavo y el noveno, llovió y jugaron una partida de brisca, una de dominó y una de la oca, y él siempre quedó el último; el décimo, se equivocó de toalla y un inglés le pegó un puntapié; el undécimo, se compró una gorra de béisbol roja y se la dejó en la carnicería; el decimosegundo, alquilaron un patín acuático y le dio un calambre en la pierna izquierda; el decimotercero, le obligaron a ir a un festival de payasos con Alicia y pasó mucha vergüenza; el decimocuarto, hicieron las mochilas y no podía cerrar la suya; y el decimoquinto, de regreso, se quedaron cuatro horas atascados en la autopista, sin agua, y se deshidrató.
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