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COMPETENCIA LECTORA • CUENTO 31 Celestino, el gato marinero A Celest ino nunca lo dejaban tranqui lo. A las ocho de la mañana, Gatamamá le lavaba la cara y lo mandaba al colegio. A las ocho y media… –Un, dos , tres… ¡sal to! –ordenaba Gato Maestro. Entonces , todos los gat i tos alumnos daban un br inco y se encaramaban sobre el muro. Uno tras otro desf i laban por las al turas , s in marearse. –Muy bien todos , menos Celest ino –decía s iempre Gato Maestro. Porque Celest ino agachaba las orejas , se ponía bizco de miedo y maul laba para que lo bajaran enseguida. Cuando volvía a su casa y se sentaba a tomar la sopa, tampoco podía estar tranqui lo. Desde la pared, lo mi raba f i jamente la fotograf ía de su abuelo, un gato alpini sta capaz de caminar por la barandi l la de la azotea. A la izquierda, estaba el retrato de su bi sabuelo, explorador de los tejados del bar r io. Y a la derecha, el cuadro al óleo del tatarabuelo, un gato inglés que había hecho for tuna cazando ratones en el palacio del rey. Celest ino mi raba de reojo al tatarabuelo y se le hacían un nudo los f ideos de la sopa, pensando en los pobres ratonci tos . Porque para él había algo muchí s imo peor que andar por las al turas , y era cazar ratones . TAREA 1 Nombre Fecha Va s a l e e r u n c u e n t o s ob re u n g a t o a v e n t u re ro . Cu a n do h a y a s t e rm i n a do , c omp l e t a l a F i c h a d e l e c t u r a q u e e n c o n t r a r á s e n e l s ob re d e ma t e r i a l e s y g u á rd a l a e n t u po r f o l i o . De b e s h a c e r l o m i smo c o n t odo s l o s c u e n t o s q u e l e a s e s t e c u r s o . ¡ No l o o l v i d e s ! Pe ro a n t e s i ma g i n a y c o n t e s t a : ¿ q u é c re e s q u e l e v a a p a s a r a e s t e g a t o ?

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