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COMPETENCIA LECTORA • CUENTO 29 Celestino, el gato marinero A Celest ino nunca lo dejaban tranqui lo. A las ocho de la mañana, Gatamamá le lavaba la cara y lo mandaba al coleg io. A las ocho y media… –Un, dos , tres… ¡sal to! –ordenaba Gato Maestro. Entonces , todos los gat i tos alumnos daban un br inco y se encaramaban sobre el muro. Uno tras otro desf i laban por las al turas , s in marearse. –Muy bien todos , menos Celest ino –decía s iempre Gato Maestro. Porque Celest ino agachaba las orejas , se ponía bizco de miedo y maul laba para que lo bajaran enseguida. Cu a ndo vo l v í a a s u c a s a y s e s e nt a b a a toma r l a s op a , t ampo c o pod í a e s t a r t r a nqu i l o. De s de l a p a r ed , l o m i r a b a f i j ame nt e l a fo to g r a f í a de s u a bu e l o, un g ato a l p i n i s t a c a p a z de c am i n a r po r l a b a r a nd i l l a de l a a zo t e a . A la izquierda, estaba el retrato de su bi sabuelo, explorador de los tejados del bar r io. Y a la derecha, el cuadro al óleo del tatarabuelo, un gato inglés que había hecho for tuna cazando ratones en el palacio del rey. Celest ino mi raba de reojo al tatarabuelo y se le hacían un nudo los f ideos de la sopa, pensando en los pobres ratonci tos . Porque para él había al go muchí s imo peor que andar por las al turas , y era cazar ratones . TAREA 1 EMP I EZA TÚ ¿Quién crees que es el gato Celest ino, el protagonista de este cuento? Expl ica por qué lo crees. 1 2 3

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