Busca en internet una imagen de Caroline Herschel y contesta. • ¿ Qu é t i po d e i ma g e n h a s e n c o n t r a do : u n d i b u j o o u n a f o t o g r a f í a ? • ¿ Po r q u é c re e s q u e n o h a s e n c o n t r a do n i n g u n a f o t o g r a f í a ? • ¿ Cómo i b a n v e s t i d a s l a s mu j e re s d e l a é po c a ? De s c r i b e l a i n d ume n t a r i a . TU APORTACIÓN Los dos hermanos construían juntos sus propios telescopios y pasaban horas contemplando los astros. Poco a poco, Caroline fue aprendiendo todos los conocimientos de álgebra y geometría necesarios para sus observaciones astronómicas. En 1781, William Herschel protagonizó un suceso de extraordinaria impor tancia: descubrió el planeta que más tarde sería conocido con el nombre de Urano. Ante la envergadura de aquel descubrimiento, Jorge III, el rey de Inglaterra, le concedió a William un salario anual como astrónomo de la cor te. El reconocimiento del monarca permitió al joven abandonar su carrera musical y dedicarse en cuerpo y alma a la astronomía. Caroline era entonces la más fiel e inteligente colaboradora de su hermano. En varias ocasiones, los dos hermanos Herschel fueron invitados por la familia real al castillo de Windsor. Caroline aprovechaba esas reuniones para enseñar a las hijas del rey sus teorías sobre el universo. –¡Háblame de las estrellas, Caroline! –pedía la princesa Amelia. –¡A mí también! –protestaba la princesa Mary. Caroline contentaba a las niñas y les contagiaba su pasión por el firmamento. En 1786, Caroline Herschel descubrió su primer cometa. La noticia causó una gran convulsión en los círculos científicos por el hecho de ser mujer. Durante los diez años siguientes, Caroline llegó a descubrir hasta ocho de estos cuerpos celestes, lo que le valió el sobrenombre de «la cazadora de cometas». A par tir de entonces, Caroline se hizo muy famosa. Los astrónomos más destacados le comentaban sus investigaciones, las revistas científicas no dejaban de hablar de ella… Era evidente que gozaba ya de un enorme prestigio. Al final de su larga vida, Caroline recibió múltiples reconocimientos. Así, en 1846, el mismo día que cumplía 96 años, le fue concedida la Medalla de Oro de la Ciencia. La infatigable Caroline murió en 1848, a los 98 años de edad. Hasta el último momento de su vida mantuvo la lucidez y la fortaleza que siempre la acompañaron. Hoy, tanto tiempo después, un cráter lunar llamado Caroline Herschel nos recuerda la extraordinaria contribución de esta mujer al conocimiento del universo. 30
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