Don Quijote y la realidad La relación de don Quijote con la realidad es un tema que ha suscitado gran interés. Dos grandes pensadores se han ocupado de él: Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset. Unamuno en la Vida de don Quijote y Sancho hace vivir a los personajes más allá de la creación de Miguel de Cervantes y presenta a don Quijote como un idealista que, ante una realidad decadente, se deja llevar por la pasión. De ese modo, reprocha a sus contemporáneos, que asisten indolentes a la pérdida de las últimas colonias en 1898, que no sean más quijotescos. Ortega y Gasset habló en varios ensayos de don Quijote como paradigma del esfuerzo, aun sin finalidad. Para el filósofo, «fue un hombre de corazón: esta era su única realidad, y en torno a ella suscitó un mundo de fantasmas inhábiles. Todo alrededor se le convierte en un pretexto para que la voluntad se ejercite, el corazón se enardezca y el entusiasmo se dispare». Sin embargo, como Ortega explica, al final de la segunda parte de la obra, al volver a ver la realidad como es, don Quijote caerá en la melancolía y pensará que su esfuerzo ha sido inútil. Don Quijote se enfrenta a los rebaños de ovejas El episodio de los rebaños de ovejas, en el capítulo xviii de la primera parte, es un buen ejemplo de las dos visiones del mundo confrontadas en la novela a través de las palabras de don Quijote y Sancho: donde el caballero contempla dos ejércitos de gigantes y se siente obligado a actuar como un héroe, su escudero ve dos rebaños de ovejas y avisa a su señor del peligro que corre si arremete contra ellos. DON QUIJOTE. HÉROE Y ANTIHÉROE Alonso Quijano es un hidalgo de edad avanzada, empobrecido y desengañado del mundo, que se refugia en las novelas de caballerías, protagonizadas por héroes que encarnan el ideal caballeresco medieval. Anhelando la libertad de esos personajes, escapa de su triste realidad. Cuando decide convertirse en caballero andante, con el nombre de don Quijote, se ve a sí mismo como un héroe que protege el mundo de monstruos y encantamientos. Pero, a los ojos de los demás, es un loco que suscita burlas por sus extravagancias y enfados por sus destrozos. Don Quijote es al mismo tiempo un héroe y un antihéroe. Gran parte de la comicidad de la novela descansa en el contraste entre cómo se ve él a sí mismo y cómo lo ven los demás, entre las acciones heroicas que cree realizar y las locuras que lleva a cabo en realidad. TEXTO 5 CREACIÓN LITERARIA Por parejas, grabad dos vídeos contando en primera persona el episodio de los rebaños de ovejas. En un vídeo lo haréis como si fuerais don Quijote y en el otro como Sancho. Ver texto Don Quijote se enfrenta a los rebaños de ovejas y actividades en la página 250. 272
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