Olivo (Olea europaea) El olivo es un árbol de hoja perenne que puede llegar a medir 15 metros y vivir más de 1 000 años. Sus hojas son lanceoladas, de color verde grisáceo, y su fruto es la aceituna. Se encuentra en regiones de clima mediterráneo, donde constituye uno de los cultivos más tradicionales. Pudo empezar a cultivarse hace 6 000 años en la zona de Oriente Próximo para, posteriormente, extenderse por todo el Mediterráneo. El origen de la palabra aceite proviene del árabe az-zait, que significa «jugo de la aceituna». Pino ródeno (Pinus pinaster) El pino ródeno es una conífera que puede llegar a alcanzar 40 metros de altura, con el tronco esbelto y hojas aciculares en grupos de dos con el borde finamente aserrado. Existen dos subespecies: una típica de la zona mediterránea, que está muy extendida por la Península y puede vivir en suelos pobres y arenosos, por lo que es común encontrarla en zonas de dunas costeras, y otra atlántica, que está presente en el norte de la Península, principalmente en Galicia y Asturias. En la sierra de Segura el pino ródeno forma extensos bosques, y su madera se utilizó para la fabricación de embarcaciones y para el mástil de los veleros, por lo que también se conoce como pino marítimo. Madroño (Arbutus unedo) El madroño es un arbusto perennifolio que puede alcanzar los 10 metros de altura, aunque generalmente no mide más de tres. Sus hojas son lanceoladas, duras, lisas, brillantes y con el borde aserrado. El fruto es una baya de color amarillo que cambia a rojo cuando madura. Es característico de las zonas mediterráneas y crece en lugares soleados, donde los inviernos no son extremadamente fríos. El nombre unedo hace referencia a «comer solo uno», ya que sus bayas maduras, comestibles y dulces, pueden producir indigestión y dolor de cabeza porque contienen cierto grado de alcohol. Por esa razón, en algunos lugares se le llama borrachín. Sabina albar (Juniperus thurifera) La sabina es una conífera que suele medir entre cuatro y doce metros de altura. Sus hojas son escuamiformes y ásperas al tacto. Es un árbol muy resistente capaz de soportar temperaturas extremas y sequías prolongadas, por lo que suele encontrarse en zonas de páramos. Las sabinas son abundantes en toda la zona centro, norte y este de la Península. Los mayores sabinares de Europa se encuentran en las provincias de Soria y Guadalajara. El nombre thurifera hace referencia a la producción de incienso, ya que su madera tiene un olor a resina muy agradable y al quemarla produce un aroma penetrante. Encina (Quercus ilex) La encina es uno de los árboles más emblemáticos de las regiones mediterráneas y de la península ibérica. Es un árbol perennifolio, de crecimiento rápido, que no suele alcanzar alturas elevadas y puede vivir cientos de años. Sus hojas son duras, de color verde intenso en el haz y más claro en el envés. Su fruto es la bellota, que surge en otoño. Es una especie que habita en zonas soleadas, de veranos cálidos y secos. Soporta bien la escasez de agua, las temperaturas extremas y los incendios. Las dehesas son bosques mediterráneos transformados por las personas para cultivar y criar ganado. Son zonas de gran importancia ecológica formadas por pastizal con árboles aislados donde predominan las encinas. España es uno de los paí ses con mayor biodiversidad a escala mundial , y esto se ref leja también en la vegetación. De las aproximadamente 12 000 especies de plantas presentes en toda Europa, España tiene entre 8 000 y 9 000. Además de plantas vasculares, también presenta una gran variedad de helechos y briofitas, así como importantes endemismos, como la amapola de las nieves, la violeta de Sierra Nevada o el drago canario. Muchas plantas, al igual que muchos animales, también están en peligro de extinción: unas 1 200 especies de plantas se encuentran amenazadas en España, de las cuales unas 300 están en grave peligro de extinción. Árboles representativos de España 210
RkJQdWJsaXNoZXIy