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3. El absolutismo y su práctica de gobierno La monarquí a era l a forma de gobi erno que dominó en Europa desde el si - glo xvi hasta f ines del xviii. A lo largo de la Edad Moderna , los reyes fueron incrementando su poder. Desde mediados del siglo xvii, siguiendo el ejemplo de Luis XIV en Francia , se fue imponiendo la monarquía absoluta*. 3.1. La monarquía absoluta y sus límites Durante mucho tiempo, los historiadores defendieron que los monarcas absolutos concentraban todo el poder. Según esa visión , estos reyes dirigían personalmente el gobierno sin requerir el consentimiento de asambleas representat iv a s ; c o n t a b a n c o n g o b i e r n o s e i n st i tu c i o n e s c e n t ra l i z a d a s a j e n a s a l o s poderes locales (municipios, prov incias); y t enían un ejército permanent e y una burocracia capaces de imponer las decisiones del monarca y de castigar cualquier forma de desobediencia . Esto era lo que los monarcas deseaban. En realidad , el poder del rey se hallaba limitado por tres hechos sustanciales: La resistencia de los poderes locales a las demandas del Gobierno central . La población obedecía a las autoridades locales, más cercanas que el rey, al que nunca veían . En el campo, los campesinos estaban sometidos a los señores feudales* y, en las ciudades, los ayuntamientos eran muy poderosos. La falta de un control eficaz de los reyes sobre las tareas de gobierno, especialmente en los grandes Estados. Los reyes promulgaban muchas leyes, pero eran incapaces de imponerlas, pues no contaban con una Administración suficiente ni con funcionarios cualificados. * Monarquía absoluta: forma de gobierno en la que el poder supremo está en manos de una sola persona llamada rey o reina, emperador o emperatriz, monarca, príncipe o princesa. * Señores feudales: nobles, autoridades eclesiásticas o corporaciones que poseían gran cantidad de tierras sobre las que ejercían su poder. SABER MÁS Una mujer en el trono: Catalina II de Rusia Catalina II fue una de las grandes monarcas absolutas de la Europa del siglo xviii. Reinó durante 34 años, desde 1762 hasta su muerte en 1796. Se la reconoce como una de las gobernantes más cultas de la época, y fue muy admirada por el pueblo ruso. Era una lectora constante, estaba bien informada de los acontecimientos políticos tanto de Rusia como del resto de Europa. Hablaba varios idiomas y mantenía correspondencia con los grandes pensadores de la época (Voltaire, Diderot), cuyas ideas influyeron en el pensamiento político de la monarca. Hija de un general prusiano, Catalina se casó en 1745 con el príncipe Pedro de Rusia, nieto de Pedro I y Catalina I; se bautizó en la Iglesia ortodoxa rusa, se interesó por la cultura y las tradiciones, aprendió el idioma y estableció la corte en San Petersburgo. A pesar de los recelos de la nobleza y de la temible guardia imperial, la ambición de Catalina por el trono de Rusia pudo hacerse realidad en 1762 al morir la zarina Isabel, tía de su marido, quien fue proclamado entonces emperador con el nombre de Pedro III. Ante esta nueva situación, Catalina dio un golpe de Estado ese mismo año y se autoproclamó soberana absoluta, con la ayuda de su amante el conde Orlov y de sus aliados en la corte. Pedro III fue detenido, obligado a abdicar y asesinado. A partir de entonces Catalina practicó un absolutismo «ilustrado», lleno de contradicciones; con grandes reformas, pero apoyando a la alta nobleza rusa, a la que concedió grandes privilegios. Además, aplicó una política exterior agresiva (anexión de Polonia y de parte del Imperio turco). Fue una mujer con don de gentes y amante de las artes, que se rodeo de los mejores colaboradores en el gobierno. Federico II, rey de Prusia, dijo de ella tras conocerla: «En Francia, cuatro ministros no trabajan tanto como esta mujer, que tiene que ser admitida en la serie de las grandes personas». Catalina II fue una de las reinas más poderosas de la Europa del siglo xviii. ¿Qué explica su ascenso social al trono? ¿Se la puede considerar como una monarca «ilustrada»? Razona la respuesta. Busca información sobre su política exterior para conocer mejor su capacidad como gobernante frente a otros grandes imperios (alemán, turco, francés, británico y español). 17. Catalina la Grande, de Virgilius Eriksen, 1778. 18

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