254607

En El caminante (1920) , Hermann presenta sus tres facetas : poeta, novel i sta y pintor. El l ibro consta de diez poemas, trece textos e ilustraciones en acuarela. E n é l s e re cog e n re f l e x i o n e s d e s u s p a s e o s p o r e l campo, en un momento en el que la vida de ciudad, activa, había dado paso a una experiencia campestre, más contemplativa. Por ello los protagonistas son las casas, el lago o, en este caso, los árboles. Los árboles han sido siempre para mí los predicadores más eficaces. Los respeto cuando viven entre pueblos y familias, en bosques y florestas. Y todavía los respeto más cuando están aislados. No como ermitaños, que se han aislado a causa de alguna debilidad, sino como hombres grandes en su soledad, como Beethoven y Nietzsche. […] Cuando se ha talado puede leerse toda su historia: todo el sufrimiento, toda la lucha, todas las enfermedades, toda la dicha y prosperidad, los años flacos y los años frondosos, los ataques superados y las tormentas sobrevividas. Los árboles son santuarios. Quien sabe hablar con ellos, quien sabe escucharlos, aprende la verdad. No predican doctrinas y recetas, predican, indiferentes al detalle, la ley primitiva de la vida. Un árbol dice: en mí se oculta un núcleo, una chispa […]. Un árbol dice: mi fuerza es la confianza. Confío en que Dios está en mí. Confío en que mi tarea es sagrada. Y vivo de esta confianza. […] Los árboles son más sabios que nosotros, mientras no los escuchamos. Pero, cuando aprendemos a escuchar a los árboles, la brevedad, rapidez y apresuramiento infantil de nuestros pensamientos adquieren una alegría sin precedentes. Quien ha aprendido a escuchar a los árboles ya no desea ser un árbol. No desea ser más que lo que es. Esto es la felicidad. Hermann Hesse, El caminante Hermann Hesse (Alemania, 1877-Suiza, 1962). Sus padres eran misioneros evangelistas (rama del cr i st iani smo pro - te s tante ) , po r l o que su i nfancia transcurrió en distintos lugares. Como querían que su hijo siguiera sus pasos, lo enviaron con 14 años a un seminario del que se escapó poco después. Hermann tenía clara su vocación de escritor, pero no logró vivir de ello hasta 1904. Superó varias crisis personales, lo que le l levó a viajar a lugares como la India o Indonesia. Sobrevivió a las dos guerras mu n d i a l e s y a c o g i ó e n s u c a s a d e S u i z a a otros escritores perseguidos por los nazis. Su postura antibelicista le convirtió en objeto de críticas de sus compatriotas. En 1946 recibió el Premio Nobel de Literatura. Árboles Ideas clave • ¿Qué enseñanzas podemos obtener de los árboles? • ¿Cuál es vuestra chispa, el núcleo? • ¿Tenéis esa confianza en Dios de la que habla el autor? • Dibujad un árbol que os refleje. ¿Cómo sería? 16 T I E M P O DE L EC T U R A T E M A 1

RkJQdWJsaXNoZXIy