34 La historia se repite Aunque las tradiciones navideñas nos presentan una imagen muy dulce de estas fiestas, lo cierto es que las circunstancias que rodearon el nacimiento de Jesús no fueron tan idílicas, y lo curioso es que mucho de lo que aconteció en aquella época lo podemos encontrar en nuestro día a día. No tenemos por qué obviar nuest ro legado cul tural ni el sentido festivo de este momento del año litúrgico, pero sí deberíamos aprovechar para reflexionar sobre este acontecimiento histór ico, cómo Mar ía y José pudieron vivi r lo, y cómo esas escenas del belén se repiten siglos después. La Anunciación María, una joven judía, recibió la visita del arcángel san Gabriel. Su misión fue la de transmitirle un mensaje de parte de Dios, quien le pide que sea la Madre de su Hijo. María respondió con un sí, sin titubeos, a pesar de los problemas que esta decisión le podría acarrear. 28El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». 29Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. 30El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. 31Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su Reino no tendrá fin». 34Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso?, pues no conozco varón». 35El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. 36También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, 37porque para Dios nada hay imposible». 38María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró. Lc 1, 28-38 Muchas personas siguen aceptando la invitación de Dios a vivir consagrados a Él. Religiosas, religiosos y sacerdotes, mujeres y hombres que han renunciado y renuncian a una vida familiar para ponerse al servicio de los demás, de la Iglesia y de Dios. A P R E N DI Z A J E B A SA D O E N P ROY EC TO S F A S E 2 34 Con su sí, María hizo posible el milagro de los milagros: la Encarnación de Dios. Religiosa en Zaire. El servicio y amor a los demás, sobre todo a los que más lo necesitan, es el centro de la vida religiosa.
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