E N L A P R Á C T I C A 1 En marcha S i e m p r e a f o r t u n a d o e n l a l i d , siempre invicto. Campidoctor, lo l l a m a b a n a v e c e s . D u e ñ o d e l campo, o campeador. Amado por unos y envidiado, temido y detest a d o p o r o t r o s , h a b í a t o m a d o como l ema el de un emperador romano : O d er i n t dum metuan t. Que me odien , pero que me teman . Estaba escrito en su escudo, en latín . –Les hablaré cuando sea oportuno. –Son sufridos y lo merecen –Minaya lo miró de soslayo–. ¿Te acuerdas de la niña de Covarrubias? Diste una orden , arrimaron espuelas y eso fue todo. Ni siquiera miraron atrás. Asintió Ruy Díaz sin decir nada. Era difícil olvidar a esa niña . Tení a uno s nu e v e año s y habí a sali do cuando golpeaban la puerta con los pomos de las espadas. La casa, como todas por el camino, estaba cerrada al paso de la hueste, pues precedían a esta heraldos reales con la prohibición, bajo pena de vida, de socorrer a los desterrados. Pero los hombres estaban hartos y decidieron no dar un paso más sin comida ni vino, de grado o por violencia . Los vecinos de Covarrubias se habían encerrado en sus casas, asustados y sin querer abrir, y l a tropa decidió tomar por asalto la que parecía más rica. Quizá la niña fue empujada a salir o tal vez lo hizo por propia iniciativa , pero apareció en el umbral para enfrentarse a los hombres barbudos y cubiertos de hierro que allí se agrupaban . Era trigueña , con ojos claros y el pelo recogido bajo una cof ia . Con más curiosidad que miedo obser vó los rostros duros y feroces cual si buscara entre el los al jefe; y como todas las miradas convergían en Ruy Díaz, ella acabó mirándolo también, al intuir quién era . «El rey nos matará , señor. Os lo ruego. Seguid vuestro camino y que Dios os guarde». De sde su cabal lo, Ruy D í az habí a cont empl ado a l a niña mientras una extraña picazón le subía del pecho a l a gargant a . L e rec ordaba a sus hi jas . No v o lv ió l a vista a sus hombres, pero sabía que todos estaban pendientes de él . Una palabra suya y la casa sería cenizas. Pero no dijo una palabra , sino dos. Roncas y secas. «En marcha». Y sin una protesta ni un mal gesto, disciplinados detrás de su jefe, noventa y siete hombres montaron a caballo y siguieron despacio su camino. Arturo Pérez-Reverte , Sidi (adaptación) T E X T O A R G U M E N T A T I V O Escribe un texto argumentativo en el que expongas tu opinión sobre el uso de las jergas en el ámbito profesional o en grupos. Plantéate estas preguntas: ¿Las jergas permiten a los profesionales y grupos comunicarse de forma más eficiente y privada? ¿Qué ventajas tiene su uso? ¿Qué inconvenientes? A N Á L I S I S D E L T E X T O 1 Contesta sobre el protagonista del texto. ¿Qué datos objetivos se dan del personaje? ¿Qué se puede deducir de él a partir del episodio narrado en este fragmento? Justifica tu respuesta. 2 La novela de la que procede este fragmento es Sidi. Averigua el significado de esta palabra de origen árabe y relaciónalo con el texto que has leído. 3 Rodrigo Díaz de Vivar, de origen burgalés, fue una figura histórica de la Reconquista que llegó a dominar el Levante español. Minaya es el nombre con el que se conocía a Álvar Fáñez, un noble castellano que fue capitán del rey Alfonso VI de León. Indica qué variedad diafásica emplean Ruy Díaz y Minaya al hablar entre sí. ¿Es distinto el registro que utiliza la niña para dirigirse al Cid? Explica qué factores pueden determinar la elección de cada uno de esos registros. 4 Imagina qué otras variaciones lingüísticas podían darse entre los hombres del Cid teniendo en cuenta su origen y posición social y explícalas. Variantes diatópicas Variantes diastráticas 5 Explica los conceptos de lengua estándar y norma a partir del uso de la lengua que hace el autor del texto. ¿Crees que hay algo en el estilo del autor que nos sitúe en la época? Explícalo con ejemplos. S E M Á N T I C A 6 Identifica la raíz y el sufijo que forman la palabra trigueña con la que se describe a la niña. Busca el significado de ese sufijo en el diccionario y explica con tus palabras cómo era la niña a partir de esa información semántica. 7 Localiza en el tercer párrafo la locución de soslayo y explica su significado. Enumera otras locuciones que pueden complementar al verbo mirar. 15
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