151 ITINERARIO LITERARIO LECTURA 2. Billy y el vestido rosa Nombre Fecha Empieza un día horrible Cuando Bi l ly Simón se desper tó el lunes por la mañana, descubr ió que se había conver t ido en una chica. Estaba todavía delante del espejo mi rándose, asombrado, cuando entró su madre como un torbel l ino. –¿Por qué no te pones este vest ido rosa tan mono? —preguntó. –¡No l levo nunca vest idos! –exclamó Bi l ly indignado. –Ya lo sé —di jo su madre–. Es una verdadera lást ima. Ante el asombro de Bi l ly, y antes de que tuviera t iempo de protestar, le había met ido el vest ido por la cabeza y subido la cremal lera del costado. –Abróchate tú los botonci tos de nácar –le di jo–. Son un poco latosos y a mí ya se me está haciendo tarde para i r a trabajar. Y sal ió con la mi sma rapidez con la que había entrado, dejándole desconsolado delante del espejo, en el que se ref lejaba una niña con su mi smo pelo r izado color zanahor ia y un vest idi to rosa con frunces y botonci tos de nácar que le mi raba con la mi sma cara de desconsuelo. –No puede ser –se di jo Bi l ly–. ¡No puede ser ! Sal ió de su cuar to justo cuando pasaba su padre a la car rera. También se le había hecho tarde para el trabajo, pero se incl inó y le plantó un beso en la mej i l la. –Adiós , cielo —di jo, revolviéndole los r izos–. Hoy vas más elegante que nunca. Pocas veces te vemos con un vest idi to, ¿no es cier to? Bajó cor r iendo las escaleras y sal ió de la casa tan depr i sa que no pudo ver la cara de Bi l ly ni oí r lo que mascul laba. Bel la, la gata, no pareció notar ninguna di ferencia. Exactamente i gual que s iempre, ronroneando, restregó contra sus tobi l los su cuerpo suave y peludo. A cont inuación, Bi l ly se puso a desayunar sus cereales con leche como de costumbre, convencido de que todo aquel lo era inevi table. Anne Fine
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