1 La lengua y su organización Toda lengua está formada por un conjunto de unidades que pueden combinarse entre sí para formar unidades cada vez más complejas. Las lenguas están constituidas por signos lingüísticos a los que asociamos un concepto. Esos signos son las palabras, unidades centrales de la lengua. Existen, sin embargo, otras unidades inferiores y superiores a la palabra. Las unidades de la lengua pueden combinarse para formar otras más complejas. Así, los fonemas se combinan para formar palabras; las palabras, para formar enunciados; y los enunciados, para formar textos. Este modo de funcionamiento por el que unas unidades pueden repetirse y combinarse con otras para producir otras cada vez más complejas y con mayor capacidad de significación permite que con un número reducido de unidades podamos construir infinitos mensajes. Las unidades de la lengua Las distintas unidades de la lengua son objeto de estudio de diversas disciplinas lingüísticas: la fonología, la morfología, la sintaxis… Los sonidos y los fonemas Los sonidos son las unidades lingüísticas más pequeñas. El número de sonidos de una lengua es elevado y, además, cada hablante tiene una manera de pronunciarlo. Por ejemplo, no suena igual la s que pronuncia un hablante de Sevilla que otro de Soria. Sin embargo, cualquier hablante reconoce que ambas formas son simples variantes de la s porque tiene un modelo de ese sonido: el fonema /s/. Los fonemas son los modelos que los hablantes tienen de los sonidos. En español hay veinticuatro fonemas, cinco vocálicos y diecinueve consonánticos. Sin embargo, algunas variedades del castellano cuentan con menos fonemas consonánticos. En esas áreas se ha producido una igualación de fonemas, de manera que, por ejemplo, casa y caza se pronuncian igual. Los fenómenos que dan lugar a esa igualación son el seseo, el ceceo y el yeísmo. El seseo consiste en pronunciar el sonido Z como S. Por ejemplo, sapato por zapato. Este fenómeno es propio de Canarias, parte de Andalucía y el español de América. El ceceo consiste en pronunciar el sonido S como Z. Por ejemplo, zilla por silla. Este fenómeno se localiza en parte de Andalucía. El yeísmo consiste en pronunciar el sonido LL como Y. Por ejemplo, yuvia por lluvia. Este fenómeno está muy extendido por el centro y sur de la Península, Canarias y América. Las disciplinas lingüísticas que se ocupan de sonidos y fonemas son la fonética y la fonología. 1. 2. LA ORGANIZACIÓN DE LA LENGUA Conecta con el tema ¿Cómo explicarías la diferencia entre el lenguaje y la lengua? Por parejas, jugad a cambiar una letra de una palabra para crear otra nueva. Por ejemplo: nota, bota, boca, baca, saca… 96
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