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9 El patito que no e ra tan feo —Érase una vez un patito muy feo. —¡No era tan feo! —Vale: érase una vez un patito un poco feo. —¡Que no era feo! —Érase una vez un patito que no era tan guapo como los otros. —¡A mí me parece el más guapo! —Vaaaale: érase una vez un pato. Fin del cuento. La bella durmiente —Déjame dormir —dijo Aurora. El príncipe se sentó y esperó paciente. Pasaron las horas, los días, los años… Y cuando, cien años después, Aurora despertó, él le dijo: —Ahora soy yo quien está cansado. Y se durmió. Hans el, Gretel y las car ies Hansel y Gretel tenían más miedo al dentista que a la bruja, por eso se salvaron. El ratón sordo Cuando el flautista empezó a tocar su música, el ratón sordo se convirtió en rey.

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