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> Las variedades individuales Las variedades individuales hacen referencia al uso distinto que hace cada hablante de la lengua en función de la situación comunicativa en que se encuentra. Por ejemplo, no nos expresamos igual cuando estamos de charla con nuestras amistades que en un examen. Se denominan registros o niveles de la lengua las distintas variedades que cada hablante puede emplear en situaciones comunicativas diferentes. > La elección del registro Un hablante competente debe conocer varios registros y ser capaz de usar el más adecuado para cada situación. Por eso, a la hora de elegir el registro, debemos tener en cuenta diversos factores: ¿Quiénes son los interlocutores o destinatarios? ¿Son personas cercanas o extrañas? ¿Qué confianza tengo con ellas? ¿Qué tema quiero abordar? ¿Se trata de algo informal y poco concreto, como mis gustos musicales, o es algo preciso y concreto, como la descripción de un dolor en la espalda? ¿En qué marco se produce la comunicación? Es decir, ¿estoy en el médico, de excursión, en una reunión? ¿Qué medio voy a utilizar: oral o escrito? Así, no es lo mismo dirigirse a una doctora en su consulta para explicarle un problema de salud que saludar a una vecina de profesión médica al encontrárnosla por el barrio. > Los tipos de registros Aunque combinando todos los parámetros mencionados anteriormente resulta una gran cantidad de registros, lo más frecuente es distinguir dos registros básicos, en función del grado de formalidad: registro coloquial o espontáneo y registro formal o elaborado. DEBES SABER… Aunque el registro coloquial es más frecuente en la lengua oral, ambos no se deben identificar. Por ejemplo: un mensaje de WhatsApp dirigido a una amiga utiliza el registro coloquial, pero forma parte de la lengua escrita. Tampoco hay que identificar el registro formal con la lengua escrita. Una conferencia o un discurso son manifestaciones orales del registro formal. No hay que identificar los coloquialismos (usos espontáneos, poco rigurosos, pero correctos) con los vulgarismos, usos que siempre son considerados incorrectos: Faltas de ortografía (garage). Alteración de sonidos (dentrífico). Uso erróneo de términos (infringir dolor). Construcciones erróneas (Habíamos muchas personas). Los vulgarismos Registro coloquial Registro formal Se emplea en situaciones en las que el hablante se expresa con espontaneidad. Son frecuentes las expresiones inexactas o imprecisas (Pásate dentro de un rato). Se recurre a abundantes palabras comodín (cosa, decir, hacer) y muletillas ( y tal y cual; ¿sabes? ). Se utilizan construcciones desordenadas y poco cuidadas. Se usan recursos expresivos, en especial exclamaciones: ¡Vaya! En la lengua oral, la pronunciación se relaja. Se emplea en situaciones formales que requieren rigor, claridad o cortesía. Se busca la máxima precisión y exactitud: El concierto comenzará a las tres y media. Se utilizan tecnicismos: Le realizaremos una laparoscopia para aliviar la presión intraesofágica. Se evitan las muletillas y se reduce al mínimo el uso de recursos expresivos. En la lengua oral, la pronunciación es cuidada y limpia. < 14 >

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